En esta ocasión Apple pide al tribunal del distrito de Tokio que prohíba las ventas del exitoso smartphone Galaxy S, así como de su nueva versión Galaxy S II y de la nueva tableta Galaxy Tab 7.7.
Precisamente este tablet con pantalla de 7,7 pulgadas ya ha sufrido la ira de los de Cupertino ya que Samsung se ha visto obligada a retirarlo del stand de la feria de electrónica IFA pocas horas después de ser presentado oficialmente.
Una vez más el motivo de la demanda es una presunta violación de patentes del iPhone y del iPad.
Con esta nueva acción judicial Apple deja claro que su objetivo es paralizar las ventas de dispositivos Android de Samsung en los mercados más jugosos, ya que lo han intentado en Europa (con éxito en Alemania y Países Bajos de momento), en Estados Unidos, Australia, Corea y ahora también en el país nipón.
Además, piden una compensación por los daños causados de 100 millones de yenes (1,3 millones de dólares aproximadamente).
Cabe destacar que el Galaxy S de Samsung registró mayores ventas que el iPhone en Japón en el primer trimestre, según las cifras de Strategy Analytics.
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