Apple se topa con un empleado sindicalista

Un empleado de Apple ha iniciado una campaña para organizar en un sindicato a los trabajadores con el objetivo de luchar por unas mejores condiciones laborales.

Cory Moll es un empleado a media jornada que trabaja en una Apple Store en San Francisco y que está haciendo movimientos para conseguir la unión entre los demás trabajadores de una compañía que ha destacado siempre por la forma tan celosa con la que gestionaba su información.

Entre las peticiones que licera Moll destacan un aumento de salario para los trabajadores en tiendas de venta al por menor de la compañía y la denuncia de prácticas desleales en las mismas.

Mientras en otras industrias las asociaciones sindicales en torno a las que se organizan los trabajadores son habituales, no ocurre lo mismo en Silicon Valley. Aquí las compañías más influyentes del mundo se enorgullecen de tener flexibilidad para contratar y despedir.

Apple cuenta con más de 30.000 empleados en sus 325 tiendas repartidas por todo el mundo. A pesar de las cifras, Moll asegura que ha recibido pocos apoyos públicos por el momento, aunque asegura haber recibido corres electrónicos mostrando su adhesión a la iniciativa de crear una unión de trabajadores de la compañía.

“Es un sentimiento de David contra Goliat”, ha asegurado a Reuters. Lo que persigue el trabajador en última instancia es que los empleados pierdan el miedo a hablar sobre el tema y reclamen sus derechos en cuanto a salarios, y es que un trabajador cobra 14 dólares por hora, una cifra cercana al salario mínimo en San Francisco, que es de 9,92 dólares por hora.