Las apps, herramienta fundamental para la empresa

La mayoría de los directivos considera que las apps son muy necesarias para su negocio. ¿Para qué se usan actualmente? ¿Cómo aprovechar todo su potencial?

El auge de las aplicaciones es una consecuencia directa del ‘boom’ de los smartphones y el aumento de la conectividad que trae conlleva el desarrollo de las redes de internet móvil. El mundo empresarial no se sustrae al interés que están suscitando las apps móviles.

Según un estudio de Accenture, realizado a casi 2.000 ejecutivos de nueve sectores en 15 países del mundo, el 87% de los directivos cree que las aplicaciones son necesarias para aprovechar la tecnología digital. Y el mismo porcentaje considera que hay mucha demanda de apps eficaces entre los clientes. Además, el 85% opina que las apps serán la interfaz dominante en el futuro. Pero también son fundamentales en el desarrollo interno de la empresa. Así, el 82% de los consultados afirma que las aplicaciones son una parte básica de su organización, mientras que el 81% cree que son clave para acceder a datos en empresa.

Si tenemos en cuenta estos datos, sería fácil pensar que la mayor parte de las compañías ya cuenta con este tipo de aplicaciones. Error. Menos de la mitad de las empresas dispone de apps de productividad (46%), de ventas, atención al cliente e información (44%), de gestión (43%), de operaciones (43%) o de aprendizaje y colaboración (35%).

En cuanto a los principales desafíos que ha comportado el desarrollo y gestión de sus aplicaciones, los encuestados destacaron los problemas de seguridad (49%), el adecuado rendimiento –caídas y bugs- (37%), la eficiencia (33%) o la fragmentación multidispositivo y multisistema (31%).

Asimismo, los ejecutivos consultados identifican claramente cuáles son las claves para la adopción exitosa de una app: la confiabilidad y consistencia (43%), la seguridad de los datos de la empresa usados (42%), una experiencia de usuario positiva (41%) y la capacidad de acceso a datos en tiempo real o a la nube (38%).

Pero no vale sólo con desarrollar y presentar un app y que cumpla con estas premisas, sino que tiene que estar bien hecha. Así, la mayoría de los ejecutivos afirma que hay que resolver aspectos esenciales como la mejora periódica de su funcionalidad (58%), el desarrollo de una interfaz de usuario intuitiva (56%), la integración de la seguridad móvil en la seguridad de la empresa (54%), la capacidad de intercambiar datos en la nube (54%) o la realización de un programa exhaustivo de pruebas, incluyendo el feed back del usuario (52%).

Y una vez lanzada la aplicación, hay que pulirla. Los consultados indicaron que es preciso realizar un seguimiento de los errores y su corrección (55%), realizar pruebas de control de calidad (54%), confeccionar reportes de uso y analizar la utilización (48%), elaborar informes de caídas (45%) y contar con un servicio técnico urgente (44%).