Biotecnología, la mejor amiga del hombre

Biotecnología es algo que suena a modernidad pero si uno se fija bien en la definición del concepto, biotecnología es algo que el hombre lleva haciendo desde el inicio de los tiempos.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), biotecnología es “un conjunto de técnicas que modifican organismos vivos, transforman sustancias de origen orgánico, para producir un nuevo conocimiento, producto o servicio”.

Es decir, a grandes rasgos biotecnología es la aplicación del conocimiento científico a la solución de los problemas de la humanidad. 

Por tanto, el proceso de fabricación de alimentos tan simples como el pan, el queso o el vino es biotecnología, ya que el hombre necesitó aplicar organismos vivos para su obtención.

Pero como todo, la biotecnología ha avanzado con los tiempos y en la actualidad es un campo complejo y multidisciplinar que abarca diversos ámbitos como la microbiología, la ingeniería química, la bioquímica, etc.

La importancia de la biotecnología

La biotecnología tiene aplicaciones muy variadas que van desde el desarrollo de nuevos medicamentos hasta la investigación de materiales biodegradables, biocombustibles o aceites vegetales, además de un importante impacto económico.

Además, “está permitiendo alcanzar nuevas cotas de bienestar social y de competitividad económica”, según señalaba el ministro de industria, Miguel Sebastián, en el informe sobre biotecnología publicado por Genoma España en 2005.

En este sentido, Sebastián aseguraba que “los descubrimientos en este campo son responsables de la concepción actual sobre la alimentación o la medicina”.


Y es que la biotecnología es clave para el descubrimiento de nuevos fármacos y tratamientos para paliar enfermedades. En este sentido el director de la fundación Genoma España, Rafael Camacho, asegura que “la investigación en materia biotecnológica permite obtener tratamientos terapéuticos que mejoran la calidad de vida de muchos enfermos”.

Neuron, una compañía biotecnológica

En España una de las compañías que se dedica a este sector es Neuron, que empieza a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) esta misma semana y que contará con Renta 4 Sociedad de Valores como Asesor Registrado, Entidad Colocadora y Proveedor de Liquidez.

Esta compañía, que tiene su sede  central en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada, nació en 2005 como un `spin-off´ del grupo de investigación de la Universidad Autónoma de Madrid para rentabilizar las patentes que habían desarrollado.

El Dr. Fernando Valdivieso, catedrático de bioquímica y biología molecular de la universidad madrileña fue quien fundó la compañía, que actualmente tiene en marcha diversos programas de investigación para descubrir nuevos fármacos que ayuden en la lucha contra enfermedades degenerativas, principalmente el Alzheimer.

Neuron se divide en dos secciones, por un lado la Unidad BioPharma que ya ha conseguido demostrar la eficiencia de algunos de sus hallazgos, que esperan poder patentar en los próximos años. Y por otro lado, la Unidad BioIndustrial que presta servicios tecnológicos a empresas del sector farmacéutico, de bioplásticos y biocombustibles.

Además, la compañía que empieza a cotizar en el MAB ha sucrito un acuerdo con Repsol para el desarrollo de proyectos biotecnológicos. De esta manera, Neuron se convierte en “socio estratégico” de Repsol por “su experiencia y `know-how´ del sector biotecnológico, según han señalado los responsables de la compañía.

Biotecnología en España

A pesar de su importancia, la biotecnología en España es un sector que aún está en una fase inicial. Tal y como recoge el último informe de Genoma España, “la biotecnología en España no difiere de aquella realizada en otras partes del mundo, salvo por su condición de incipiente”.

En este sentido y atendiendo a las cifras de PIB y población, “el tamaño de la biotecnología en España es la mitad que en Alemania y un tercio que en Estados Unidos” y añade que la producción “es competitiva en número pero no tanto en calidad”.

Según las conclusiones del informe Genoma, la transferencia de las tecnologías es “una de las asignaturas pendientes del sistema español de I+D+i. Esta situación no es de extrañar, ya que apenas se desarrolla tecnología en el sistema público de investigación y por tanto es difícil transferir algo tan escaso”.

Según concluye el informe para atajar esta situación “es necesario aumentar los fondos y profundizar en el número de acciones de valorización y transferencia por parte de todas las Administraciones Públicas”.