Cae la cúpula de LulzSec a manos de su propio líder

Los expertos en seguridad advierten de las diferencias entre este grupo de hackers y Anonymous, del que “sería prematuro decir que está acabado”.

Tras las detenciones de veinticinco supuestos hacktivistas de Anonymous la semana pasada, e incluso después de la espectacular redada contra los responsables de la página de alojamiento de archivos Megaupload, el FBI ha continuado los arrestos contra conocidos miembros del panorama virtual.

“Sabu” (Imagen: Fox News)

¿Sus últimas víctimas? Las cinco cabezas pensantes de la organización LulzSec: Jake Davis (“Topiary”) y Ryan Ackroyd (“Kayla”) de Londres, Darren Martyn (“pwnsauce”) y Donncha O’Cearrbhail (“palladium”) de Irlanda, y Jeremy Hammond (“Anarchaos”) de Chicago. Todos ellos han sido acusados de delitos de conspiración y fraudes en el acceso a dispositivos, entre otras faltas relacionadas con sus actividades de hacking.

Lo curioso del caso es que ha sido su líder, Hector Xavier Monsegur “Sabu”, el que los ha traicionado. Este hombre de 28 años, residente de Nueva York, fue identificado por los federales a finales de junio pasado y desde entonces ha estado facilitándoles información, según asegura Fox News. Tras ser detenido se declaró culpable de hasta 12 cargos, por lo que es de suponer que su colaboración reducirá la condena.

LulzSec saltó a la fama a mediados de 2011 por tumbar las páginas web del Senado de los Estados Unidos, de la CIA, de la policía de Arizona y del Gobierno brasileño, así como los sitios de juegos en Internet Minecraft y EVE Online, o el sonado caso Stratfor. Se pensaba que el grupo había sido desmentelado en verano pero sus miembros siguieron en activo, a menudo vinculados con los ataques DDoS comandados por Anonymous.

Eso sí “LulzSec y Anonymous nunca han sido lo mismo”, comenta Rik Ferguson, director de investigación de seguridad de Trend Micro para EMEA. “Anonymous es una organización muy diferente a LulSec y a otros grupos ligados y próximos a ésta, cualquier persona puede actuar, y actúa, en nombre de Anonymous y sus actividades no necesitan de la publicidad individual de un hacker o de la divulgación de detalles que revelen la identificación personal”.

Tanto es así que el hecho de que Sabu se haya convertido en el gran protagonista de los últimos arrestos pone de manifiesto la diferencia: “LulzSec puede estar terminado, pero sería prematuro decir lo mismo de Anonymous”. O, dicho de otro manera, “los hackers de los que realmente necesitamos preocuparnos son aquellos en los que nadie confía y que no buscan la gloria en primer lugar”, sentencia Ferguson.