Castellano empieza una nueva era en ONO

El presidente de ONO, José María Castellano, llegó a la compañía de telecomunicaciones en un momento complicado. Recién llegado a la presidencia de la firma, tuvo que lidiar con el proceso de regulación de los empleados que había iniciado su predecesor, Eugenio Galdón, y que tenía levantados a trabajadores y sindicatos.
Poco después de su llegada a la dirección de la firma, Castellano consiguió pactar con los sindicatos un ERE que reducía el número de afectados hasta quedarse por debajo de las 4 cifras (la barrera ante la que los sindicatos se mostraban inflexibles) y conseguía así apagar uno de los principales fuegos de la compañía.
Ahora, el presidente ha iniciado una ronda de visitas con la que quiere llegar a todos los empleados de la firma (unos 3.500 en total) y conocer de primera mano cuales son las inquietudes de cada uno de ellos y tranquilizarlos sobre el futuro de la empresa.
Castellano está llevando a cabo esta iniciativa de forma interna, como confirman fuentes cercanas a la compañía, algo que además ha partido del propio presidente y que le lleva a contactar con los empleados en grupos reducidos de entre 20 y 30 personas.
Por el momento, y como confirman fuentes sindicales, sólo ha contactado con los empleados de Madrid, aunque la idea es que lo haga con el resto de delegaciones de la compañía en breve.
Sindicatos: positiva y esperanzados
“Como sindicato lo valoramos de forma positiva”, asegura el miembro de la ejecutiva nacional de STC, José Manuel Sevillano. “Por ahora, pensamos que las intenciones son positivas aunque es prematuro valorar los resultados“.
Aunque aún no se sabe lo que puede salir de aquí, Sevillano reconoce que se mantienen “optimistas, esperanzados y expectantes” ante el futuro y ante el impacto de una medida que permitirá al presidente, asegura, conocer de primera mano las inquietudes de los trabajadores y plasmarlas, esperan, en las decisiones futuras.