John Chambers, CEO de Cisco Systems, se ha quejado ante Obama tras descubrirse que la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) intercepta los routers de Cisco Systems antes de su comercialización y los modifica para que incluyan puertas traseras.
El directivo cree que esas prácticas de la NSA perjudican la confianza de los consumidores en los productos de la industria tecnológica de Estados Unidos, y ha instado a Obama a crear nuevos estándares que regulen como llevan en la NSA sus labores de vigilancia.
Asimismo, ha indicado que si es cierto lo que se cuenta en los documentos filtrados por Edward Snowden se pone en riesgo la capacidad de las compañías TIC estadounidenses de comercializar sus productos a nivel global, exponen en The Register.
En Cisco también dejaron claro que no deseaban interferencias del gobierno la semana pasada, ya que su jefe de asesoría jurídica, Mark Chandler, aseguro que esperaban que se les permitiera vender sus productos tal y como salían de la fábrica donde se realizaban.
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