A diferencia de otros tests en los que a veces rozan incluso lo absurdo, usando martillos, clavos, bates y todo tipo de perrerías a las que someten a sus sufridas víctimas, esta vez han hecho dos pruebas simples que se ajustan a la gran mayoría de problemas a los que se enfrentará un smartphone en la vida real: una caída y sumergirse en agua.
En la primera prueba, los 4 han caído de forma simultánea y con un sistema automático, para intentar que el impacto sea similar en todos. El peor parado ha sido el Nexus 5, cuya pantalla se ha roto. En cuanto al iPhone 5S y HTC One M8, la parte metálica trasera se ha rayado como es natural. El Galaxy S5 ha mejorado su resitencia con respecto al S4, y cuenta con la ventaja de que su parte trasera puede cambiarse fácilmente al ser de plástico.
En la prueba de inmersión, el Nexus 5 ha vuelto a ser e peor parado, quedándose frito al entrar en el agua, pero luego volvió a funcionar aunque sin sonido. El HTC One M8 no se paró pero se quedó sin sonido. Tanto el iPhone 5S como el Galaxy S5 no sufrieron ningún problema.
Después de saber todo esto sobre la resistencia de estos smartphones, ¿ha cambiado de alguna forma vuestra opinión sobre alguno de los terminales?
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