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Dell podría haber recibido ?descuentos excepcionales?
de Intel una vez cerrado el
trimestre fiscal -técnica conocida como
?rapel??, lo
que podría haber asegurado la exclusividad de sus procesadores y componentes en
los ordenadores
Dell.

En cualquier caso, de confirmarse no resultaría ser una
sorpresa para nadie, ya que Dell, que es el único fabricante que ha conservado
hasta hace pocos meses la exclusividad de la tecnología Intel en sus PCs y
servidores, tuvo que encontrar forzosamente un interés financiero como
contrapartida por esta elección.

A cambio, Intel podría haberle aplicado descuentos
exclusivos por un valor de mil millones de dólares anuales, una práctica
considerada ilegal en Estados Unidos.

Este importe, transferido a un ritmo de 250 millones de
dólares por trimestre, habría afectado a la reducción del coste de los productos
en los resultados trimestrales del grupo, sobre el que habría tenido un impacto
directo al aumentar artificialmente los márgenes de ciertos productos, de ahí el
descontento de los inversores, que han presentado una demanda de 251
páginas.

Al parecer, tan sólo 15 personas del cuadro directivo
de Dell habrían estado al corriente del acuerdo secreto con Intel, de los que
dos nombres sobresalen:
Kevin
Rollins, hasta hace una semana consejero delegado de la compañía
, y Michael
Dell, fundador del grupo y reemplazo de Rollins.

Esta nueva demanda se suma a las interpuestas por
AMD, principal competidor de Intel,
quien desde hace algunos años persigue a Intel en todos los continentes por
determinadas prácticas juzgadas como anti-competencia y monopolísitcas.

Sin embargo, parece que este asunto no hace referencia
a las mismas prácticas que las condenadas por AMD, ya que la ayuda financiera de
Intel parece más un ?incentivo? de marketing, una incitación comercial basada en
la cifra de negocio, que toma generalmente la forma de una participación en los
costes de acciones de marketing común, herramienta extendida y sobre todo
legal.

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original