Un grupo de científicos liderados por el equipo de investigación de la Universidad Rice en Houston (Texas) ha conseguido cohesionar decenas de millones de nanotubos de carbono, por primera vez, en un carrete de hilo conductor lo suficientemente delgado y flexible como para soñar con el avance de la fabricación electrónica de maneras hasta ahora imposibles.
De hecho, es una cuarta parte más delgado que un cabello humano, posee diez veces la fuerza de tracción del acero y se antoja tan buen conductor de electricidad como el cobre utilizado en la actualidad con una conductividad térmica 20 veces mayor.
Además, puede moldearse, doblarse y enrollarse sin peligro de rotura para crear tejidos o incluso instalaciones. Todo ello a partir de bovinas de hilo con varios cientos de metros de longitud.
Y, lo que es más importante, la nueva técnica de producción de nanotubos de carbono está lista para ser implementada de forma masiva a nivel industrial, gracias a la aplicación de ácido clorosulfónico.
A continuación, el vídeo de la proeza:
Bienvenido a un nuevo episodio del podcast semanal Silicon Pulse, un espacio en el que…
Durante 2023 su equipo de respuesta ante incidentes atendió un 24 % más de casos…
Extreme Labs ya ha dado su primer fruto: Extreme AI Expert, una solución que se…
Anuncia la adquisición de esta compañía por 6.400 millones de dólares coincidiendo con la publicación…
Sus ingresos han crecido un 27 % para acercarse a los 36.500 millones de dólares…
Durante el primer trimestre de 2024 acumuló 1.500 millones de euros, de los que 1.350…