Detienen en Estepona al presunto autor del mayor hackeo de la historia de Twitter

Un ataque masivo a cuentas verificadas de la red de microblogging afectó el pasado verano a personalidades como Joe Biden y Bill Gates.

Bill Gates, Elon Musk, Jeff Bezos, Joe Biden, Barack Obama y Kanye West fueron algunos de los famosos que se vieron envueltos en un ataque masivo a la red social Twitter el pasado verano.

Las cuentas de todos ellos fueron hackeadas, como también las de empresas tecnológicas del calibre de Apple y Uber, para difundir mensajes que prometían multiplicar envíos de la divisa digital Bitcoin a aquellos usuarios que actuasen más rápido.

En poco tiempo la estafa engañó a cientos de internautas y recaudó más de 100 000 euros gracias a la fiabilidad que le confería el uso de cuentas verificadas.

Se convirtió así en el mayor fallo de seguridad en la historia de la red de microblogging.

Hasta 130 cuentas fueron vulneradas, de las que finalmente 45 acabaron utilizadas para lanzar mensajes, 36 sufrieron accesos a su bandeja de mensajes y 7 experimentaron descarga de datos.

El ataque fue posible tras una primera acción dirigida a empleados de Twitter, que se saldó con el acceso a la red interna de la compañía, incluyendo credenciales y herramientas de soporte.

Ahora hay novedades en el caso, ya que una acción conjunta entre el FBI y la Policía Nacional española se ha saldado con la detención del sospechoso de haber cometido el hackeo.

Se trata de un ciudadano británico de 22 años, de nombre Joseph O’Connor, que ha sido detenido en la localidad malagueña de Estepona en el marco de la operación Portland.

Sobre el pesan múltiples cargos que van más allá del hackeo a Twitter, incluyendo intrusiones a cuentas de usuario en otras redes sociales como TikTok y Snapchat.

Las autoridades hablan de varios delitos de ciberamenazas, ciberextorsión y ciberacoso.

En total serían tres cargos de conspiración y dos de acceso intencional a computadoras sin autorización para la obtención de información protegida, más otro adicional de conspiración para acceso no autorizado con el objetivo de extorsionar a una persona, transmitiendo amenazas.

A esto hay que sumarle un cargo por realizar comunicaciones con carácter de extorsión, otro por amenazas y dos más por acoso cibernético.