El gusto es en sí una combinación de factores que incluye sabor, aroma y textura, pero por ahora el Digital Taste Simulator ha conseguido, a falta de generar aromas y texturas, que aquellos que lo han probado puedan distinguir los cuatro sabores básicos usando un par de electrodos. Nos olvidamos por ahora del umami.
Estos electrodos se colocan en la lengua y reciben una serie de impulsos y cambios de temperatura que excitan directamente la lengua para crear la sensación de estar saboreando algo. Un sistema realmente curioso que, aunque probablemente no tenga un uso comercial directo a corto plazo, puede ser la antesala de una nueva serie de dispositivos sensoriales.
De hecho, Nimesha Ranasinghe junto con su equipo de la Universidad Nacional de Singapur, encargados del desarrollo del Digital Taste Simulator, están ya creando una versión más compacta y ergonómica, así como la Digital Lollipop, una especie de piruleta electrónica. Miedo me da pensar que llegarán a crear algunos japoneses cuando esta tecnología llegue a sus urotsukidojiadas mentes…
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