EasyVista apuesta por la automatización inteligente

EasyVista ve la automatización inteligente como una de las piezas estratégicas en sus soluciones ITSM para la gestión de activos informáticos.

“Las TI están llamadas a hacer más con menos”. Con estas palabras Jamal Labed, COO y cofundador de EasyVista anunciaba el futuro y visión de la compañía para los próximos años, en el marco de EV Connect 2019 Madrid, el evento de la compañía para clientes y socios.

Un futuro en el que EasyVista ve la automatización inteligente como una de las piezas estratégicas en sus soluciones ITSM para la gestión de activos informáticos.

Como aseguró Label referenciando a la consultora Gartner “en 2022, el 85% de las interacciones del servicio a clientes/usuarios comenzará con una interacción self service. Es el momento de transformar estos servicios, aportándoles una automatización inteligente que, por un lado, mejora la eficiencia, disminuye los costes y, por otro, empodera al empleado”.

En la misma línea se situó Claudia Di Renzo, country manager para España, quien, con mediante el símil de un pulpo (“con neuronas no solo en su cerebro sino en todos sus tentáculos lo que les convierte en independientes”) apostó por el futuro “swarm” del servicio.

“Es necesario trasformar el servicio, dotándolo de Inteligencia Artificial para que la plataforma sea capaz de contextualizar el problema o situación y así poder ayudar mejor al usuario; le pueda ofrecer conocimiento; actúe, de forma automatizada; y sea capaz de integrarse con cualquier otro tipo de aplicación empresarial”, explicó Di Renzo.

Un futuro, de inteligencia y automatización, para el que la compañía ya tiene un presente: COBALTO; la nueva versión de su producto EV Self Help.

Esta nueva versión incorpora un Agente de Soporte Virtual que, gracias a la inteligencia artificial aumentada, permite mejorar el acceso al conocimiento ofreciendo una experiencia interactiva, dinámica y contextualizada para las necesidades de un usuario determinado.

La nueva versión de EV Self Help aporta una mayor inteligencia a los flujos de conocimiento haciendo posible que el usuario interactue con el conocimiento de la misma manera que lo haría con un ser humano (como en una conversación).