El 40 % de los clientes de Goldman Sachs ha invertido en criptomonedas

La inversión en criptomonedas es cada vez más amplia, tanto que el 40 % de los clientes de uno de los más importantes bancos de inversión del mundo opera en este mercado.

Bitcoin, Etherum, Tether, Cardano, Litecoin y demás monedas virtuales son cada vez más un polo de atracción para los inversores, y así lo demuestra un estudio hecho público por uno de los más importantes bancos de inversión del mundo que afirma que un 40 % de sus clientes tiene inversiones en algún tipo de criptomoneda.

Y no son los únicos. Otros grandes inversores como George Soros y fondos de inversión como Morgan Stanley intervienen en rondas de inversión de 200 millones de dólares como la que sustenta a NYDIG, empresa especializada en la gestión de activos digitales. Al mismo tiempo se efectúan importantes inversiones en criptomonedas, como los 1.500 millones de dólares que Tesla invirtió en Bitcoins a finales del pasado año, como ya contamos aquí en SILICON, o MassMutual, una aseguradora que a finales de 2020 también efectuó una fuerte inversión en Bitcoins por valor de 100 millones de dólares.

Goldman Sachs analizó una encuesta efectuada entre 300 de sus inversores institucionales, de entre los que un 40 % declararon haber invertido en el mercado de las criptomonedas, un sector al que conceden una gran importancia de cara al futuro y en cuyo crecimiento parecen tener confianza suficiente en que seguirá creciendo.

Así un 76 % de esos 300 inversores institucionales mantienen la previsión de que a finales del presente año el valor del Bitcoin se moverá entre $40.000 y $100.000 (en estos momentos el valor del Bitcoin es de $54.973). Además un 22 % de los inversores que han participado en esta encuesta mantienen la previsión de que cuando termine el año 2021 el Bitcoin puede incluso superar los $100.000.

Con estas perspectivas de crecimiento, cuando el valor del Bitcoin hace ahora justo un año, era de $5.392, no resulta extraño el interés por los grandes inversores en seguir de cerca la evolución de un valor con tal capacidad de revalorización