“El 40 % de los españoles no sabe que los móviles dañan el medioambiente”

Así lo revela Certideal, que también calcula que, dentro de 50 años, quien haya cambiado de móvil cada dos años “habrá gastado más de una tonelada de recursos naturales para tener dispositivos de última generación”.

Con motivo de la celebración de la Semana Europea de prevención de residuos, Certideal ha publicado una serie de datos sobre la contaminación causada por los desechos tecnológicos. Y, en concreto, sobre los que causan los smartphones.

Esta compañía explica que, además de consumirse recursos en su producción, son pocos los smartphones que acaban reciclados.

En España, no llega a 4 de cada 10 la cifra de españoles que han reciclado en algún momento su teléfono antiguo. Se queda en un 37 %.

Es más, “el 40 % de los españoles no sabe que los móviles dañan el medioambiente”, indica Certideal, que también enumera como razones para no apuntarse al reciclaje el hecho de que un 31 % de los usuarios los guarda por si se les rompe el que suelen usar y que un 13 % desconoce dónde se pueden reciclar.

“Reducir, reutilizar y reciclar son las claves para disminuir nuestro impacto sobre el medioambiente. Sin embargo, aún no somos conscientes del daño que estamos causando a la naturaleza ni de que con un gesto tan simple como entregar nuestros teléfonos viejos para reciclar, estaríamos reduciendo nuestro impacto ambiental”, comenta Laure Cohen, cofundadora de Certideal.

“En 50 años”, añade, “una persona que cambie cada dos años de móvil habrá gastado más de una tonelada de recursos naturales para tener dispositivos de última generación. Por lo que es fundamental que nos concienciemos sobre el reciclaje de los dispositivos tecnológicos si no queremos seguir perjudicando el medioambiente”.

Antes, en 2021, parece que la basura tecnológica sobrepasará la cifra de 52,2 millones de toneladas.

Y desde Certideal advierten del peligro de que esto sea así porque “el aluminio, el cobre y el cobalto son tres de los materiales que más se utilizan para fabricar smartphones“, con consecuencias como “emisiones elevadas de CO2, riesgos de contaminación del suelo y el agua y problemas de salud”.