El 41 % de los españoles pierde la fe en una empresa por la filtración de datos

La pandemia y fenómenos derivados como el teletrabajo han incrementado la concienciación sobre lo importante que es proteger la información digital.

Crear y mantener al máximo nivel la confianza de los clientes es un reto al que se enfrentan las empresas en el cada vez más extendido mundo digital. Esa “confianza es difícil de construir, pero muy fácil de perder”, indican desde Okta, que ha publicado los resultados de un estudio realizado con usuarios de España. “Un pequeño error basta para dañar la reputación y la confianza de forma irreparable y disuadir a clientes actuales o potenciales de utilizar los servicios o productos de una empresa”.

Según el Índice de Confianza Digital de Okta, 3 de cada 4 consumidores españoles no usarían servicios ni comprarían productos a una empresa en la que no confían.

A esto hay que añadir que casi la mitad (46 %) tiene sus reservas a la hora de realizar compras en una página web de la que nunca han oído hablar.

“La confianza se está convirtiendo en un elemento estratégico imprescindible para las empresas que quieren operar en el panorama actual, altamente competitivo y con prioridad digital”, apunta Juan R. Per, Channel Sales Manager para Italia y España de Okta.

“Las organizaciones tienen que asegurarse de que están prestando atención a lo que más quieren los consumidores, que es la fiabilidad del servicio y una seguridad óptima. Una vez que se han ganado esa confianza, las marcas no deben dudar de que deben trabajar duro para conservarla, y que una ciberseguridad eficaz es clave para lograrlo”, añade.

El 41 % de los españoles consultados por Okta ha perdido su fe en alguna empresa a causa de una filtración de datos o algo similar. Tras esto, el 41 % ha dejado de usar sus servicios de forma permanente. Otro 41 % eliminó su cuenta. Y también un 41 % hizo modificaciones en la configuración, como cambiar las credenciales de acceso.

Cabe señalar que la pandemia ha incrementado la concienciación sobre lo importante que son los datos. Hasta un 46 % de los españoles confiesa que ahora es más precavido sobre aquello que comparte.

Hay margen de mejora. El 14% de los encuestados no se fía de ningún canal digital para manejar sus datos con seguridad. Y, al final, los españoles confían de forma similar en las aplicaciones que usan para comunicación personal y en las implementadas en el lugar de trabajo. Los sitios web de la Administración destacan como los más confiables de todos. “Existe un consenso general de que nuestra confianza hacia la política está disminuyendo, pero hay una clara diferencia entre políticos y partidos políticos, por un lado, y servicios públicos, por otro”, observa Juan R. Per.

“A pesar de la preocupación inicial por el manejo de los datos personales y de COVID-19 de los ciudadanos, hasta la fecha no ha habido ninguna infracción importante, y un escrutinio continuo parece estar impulsando la mejora de los estándares de seguridad de los datos”, dice el directivo de Okta.

El teletrabajo ha vuelto a los españoles más cuidadosos con los mensajes de phishing, las violaciones de datos y los deepfakes. Entre sus preocupaciones destacan un posible robo de contraseñas, la acción del malware y las filtraciones de datos.