El 52 % de los puestos de trabajo en España se automatizará en los próximos 10 años

A lo largo de la próxima década más de la mitad de los empleos en España pueden quedar automatizados.

Según un estudio elaborado por la empresa de trabajo temporal Randstad durante la próxima década un 52 % de los puestos de trabajo en España pueden automatizarse, bien de forma total o de forma parcial. No obstante esta situación no implica necesariamente que vaya aumentar el desempleo, puesto que derivada de esa automatización se produciría una evolución tecnológica que promovería el desarrollo de tres nuevos tipos de empleo:

  • Trabajo fronterizo: Puestos de trabajo especializados en las nuevas áreas tecnológicas.
  • Trabajo de última milla: Puestos de trabajo que aún no pueden automatizarse.
  • Trabajo de riqueza: Puestos de trabajo que se generan gracias al aumento de la productividad.

El estudio de Randstad pone de relieve la gran cantidad de oportunidades laborales que pueden derivarse de este crecimiento de la automatización en múltiples puestos de trabajo, recogiendo la estimación efectuada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo en Europa) de que el 65 % de niños que están en estos momentos en etapa escolar trabajarán en empleos que aún no existen. En este sentido el Foro Económico Mundial avanza que en el año 2022 habrá 133 millones de trabajos nuevos derivados de una nueva división del trabajo entre personas, ordenadores y algoritmos.Desde Randstad se asegura que la mayoría de estos nuevos trabajos estarán mejor pagados y será menor repetitivo que aquellos a los que sustituyen, aunque los profesionales que lo desempeñan necesitarán desarrollar un nuevo conjunto de competencias para afrontarlos.

Algunas de estas competencias son las denominadas “competencias blandas cierra comillas, en referencia al pensamiento crítico, la creatividad o la inteligencia emocional. Desde Randstad se asegura que la mayoría de estos nuevos trabajos están mejor pagados y será menos repetitivos que aquellos a los que sustituyen, aunque los profesionales que los desempeñarán necesitarán desarrollar un nuevo conjunto de competencias para afrontarlos.  Algunas de estas competencias son las denominadas “competencias blandas“, en referencia al pensamiento crítico, la creatividad o la inteligencia emocional.

El teletrabajo como cambio de paradigma

También se destaca la importancia del teletrabajo, cuya generalización tras el confinamiento derivado de la pandemia habría hecho avanzar en menos de un año lo que en otras circunstancias habría necesitado de dos o tres lustros.

Se apunta en el informe que la continuación del modelo de trabajo a distancia podría suponer “una tabla de salvación para el medio rural“, moderando los desequilibrios entre el mundo rural y el mundo urbano, aunque para ello es necesario mejorar la conectividad de Internet en áreas rurales, remotas y hasta ahora escasamente dotadas de infraestructuras de telecomunicaciones de banda ancha, bien sea a través de fibra óptica, 4G/5G o acceso a Internet vía satélite.

Derivado del teletrabajo también se valora la evolución en cuanto a la conciliación laboral con la vida personal y familiar, además del aumento en los criterios para la toma de consideración de un puesto de trabajo de conceptos como la satisfacción laboral derivada de la ubicación física.