El CEO de Rovio, Mikael Hed, que ayudó a fundar la compañía hace 5 años, dejará el cargo a principios del próximo año, según acaba de anunciar la empresa.
No obstante, Hed permanecerá en la junta directiva de Rovio y seguirá como presidente de la división de animación.
Pekka Rantala, que actualmente ejerce las funciones de director comercial, será el encargado de llevar al fabricante de entretenimiento a la siguiente fase de juegos móviles.
La decisión se produce en un momento de transición para la firma, que en 2013 disminuyó sus ganancias a la mitad. La popularidad de su buque insignia, Angry Birds, ya no es tan fuerte como hace 2 años, con nuevos competidores en el mercado como Clash of Clans y Kim Kardashian.
La compañía ha hecho incursiones en la animación, la edición y el merchandising, pero ninguna de estas áreas ha alcanzado el mismo nivel de éxito que los juegos de Angry Birds, que dominaron las listas de smartphones entre 2010 y 2012.
Sin experiencia directa sobre juegos, el nombramiento de Rantala debe marcar un cambio más allá para el fabricante. El ejecutivo cuenta con su trayectoria en empresas grandes, incluidos 14 años en Nokia y la dirección general de la firma finlandesa de bebidas Hartwell.
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