El kill switch disuade a los ladrones de smartphones

La instalación de un sistema de kill switch en los smartphones ha logrado reducir el robo de este tipo de dispositivos en las grandes ciudades.

La industria parece haber dado con la solución para hacer descender el robo de smartphones: la instalación de un kill switch o botón de autodestrucción.

El considerable aumento de la sustracción de estos dispositivos, especialmente de aquellos modelos con un precio más elevado, supone una auténtica una preocupación para los ciudadanos y las autoridades. La National Consumer League estadounidense se pregunta si el robo de smartphones es una “epidemia nacional”, recogiendo las declaraciones de George Gascon, fiscal del distrito de San Francisco y uno de los promotores de la inclusión del kill swtich.

No en vano, la organización advertía que en 2012 se sustrajeron 1,6 millones de dispositivos en Estados Unidos. Y en 2013, 3,1 millones de estadounidenses fueron víctimas de un robo. En el caso concreto de California, la sustracción de móviles suponía cerca de la mitad de los crímenes cometidos en ciudades como San Francisco u Oakland. Por eso, desde hace ya algún tiempo se viene hablando acerca de la necesidad de incluir un kill switch de serie en todos los terminales.

El pasado verano, Google y Microsoft se sumaban a la iniciativa ‘Secure Our Smartphones’ (S.O.S.), uniéndose a Apple en la intención de incorporar un botón de autodestrucción en sus sistemas operativos. Poco antes, las grandes empresas del sector de las telecomunicaciones llegaron a un acuerdo para dotar de tecnología antirrobo a sus dispositivos móviles. Compañías como Apple, Samsung, Google, Microsoft, AT&T, Verizon, Sprint o T-Mobile fueron algunos de las suscriptoras de este acuerdo.

¿Pero a qué nos referimos con un kill switch? Se trata de un mecanismo de seguridad que permite que el propietario del terminal lo desactive de forma remota en caso de robo o pérdida. Incluso puede dar la opción de desconectar el smartphone de la nube, así como borrar el contenido del dispositivo. De este modo, quien se lo encuentre o lo haya sustraído no puede usarlo ni venderlo y tampoco puede hacerse con nuestros archivos personales.

Pues bien, parece que estas iniciativas están dando sus frutos. Al dejar el aparato inservible, los ladrones están perdiendo el interés. Según los datos publicados por Reuters, en el primer año transcurrido desde que Apple comenzara a instalar el kill switch en sus iPhone (en septiembre de 2013), el número de teléfonos sustraídos en San Francisco cayó un 40%, mientras que en Nueva York disminuyó un 25%. Y en Londres, el robo de todo tipo de smartphones se redujo a la mitad.

En algunos sitios ya se está legislando para obligar a los fabricantes a incluir este botón de autodestrucción. Por ejemplo, en California se aprobó el año pasado la obligación de incorporar el kill switch en todos los dispositivos que se vendan a partir de julio de este año. Y también es obligatorio en Corea del Sur.