El miedo a errores de software frena a los usuarios frente a los coches sin conductor

A un 86 % de los consumidores le asusta la posibilidad de que los automóviles conectados se bloqueen con ellos dentro o de no poder entrar cuando están fuera. El 84 % dice que no usaría coches autónomos.

¿Cómo se enfrentan los consumidores a los dispositivos y los servicios conectados que conforman el internet de las cosas (IoT)? ¿Tienen esperanzas puestas sobre ellos? ¿Les generan inquietud?

Dynatrace ha consultado a 10.000 usuarios de aparatos e innovaciones como relojes inteligentes, asistentes virtuales, termostatos de climatización, electrodomésticos conectados o coches también conectados. Y lo que ha descubierto es que más de la mitad (52 %) usa este tipo de tecnología habitualmente.

Eso sí, de ellos, un 64 % ha experimentado problemas. Los consumidores están sufriendo una media de 1,5 problemas diarios. Sobre todo, serían temas de rendimiento.

En este punto, la mayoría (62 %) teme un incremento del número de fallos por el propio incremento que están experimentando los dispositivos conectados.

Por ejemplo, casi tres cuartas partes (73 %) tienen miedo a quedarse encerrados en casa o sin acceso a la misma. Una cifra todavía mayor (81 %) teme los fallos en medidores que podrían desencadenar sobrecargas de electricidad o gas. A más de 6 de cada 10 (68 % y 64 %, respectivamente), lo que les preocupa es no poder controlar la temperatura y la iluminación.

Ante la llegada de los coches conectados y que se conducen solos, el 86 % muestra miedo a quedarse bloqueado dentro de ellos o no ser capaz de entrar. El 85 % vive preocupado por posibles errores, especialmente por choques a mucha velocidad. Y el 84 %, por el temor a que haya errores de software, no utilizaría los automóviles sin conductor. Además, un 67 % cree que habrá problemas serios causados por fallos en la interacción de coches y semáforos inteligentes.

En cuanto al área de la salud, los consumidores se muestran preocupados por el uso de aparatos para controlar signos vitales como frecuencia cardíaca y presión arterial. Un 85 % apunta a que fallos de rendimiento podrían comprometer datos de tipo clínico y un 62 % desconfía de los dispositivos IoT a la hora de tener que administrar los medicamentos.

Para Dave Anderson, experto en rendimiento digital y coordinador del estudio de Dynatrace, “es imperativo que las empresas busquen formas de procesar, analizar y administrar la cadena de entrega de IoT de manera integral y con una visión profunda, para que sepan exactamente qué está sucediendo y dónde surgen los problemas en tiempo real”. Aunque dice que “esta no es una tarea fácil”.

Anderson explica que “las viejas formas de administrar TI y software simplemente no funcionan” en el nuevo “entorno extremadamente intrincado. IoT crea muchos puntos ciegos y una capa adicional de complejidad”.

“Por ello”, señala, “la Inteligencia Artificial (IA) es la respuesta ya que permite mapear el entorno de TI de extremo a extremo, detectar problemas de inmediato y con precisión y ofrecer respuestas para una resolución rápida. Esa es la única manera de dominar la era de IoT, que ya está sobre nosotros”, asegura.