La justificación a esta decisión estaría en que el 4K se encontraría aún en fase embrionaria, es costoso para los proveedores de contenido en la actualidad dado el ancho de banda requerido y la mayoría de estadounidenses, el gran mercado de Apple, no disponen de conexiones a internet lo suficientemente rápidas para apoyar el vídeo 4K en streaming.
A pesar de lo anterior, ya existen servicios como Netflix, Amazon y YouTube que ofrecen contenido en este formato, y quien adquiera el Apple TV y sí disponga de las condiciones para poder visualizar contenido 4K, podría incluso decantarse por no adquirir el Apple TV de 2015 y esperar a la próxima generación.
Lo que sí parece que ofrecerá el nuevo Apple TV será el acceso a una tienda de aplicaciones similar a la de sus dispositivos móviles, con contenidos que estarán adaptados para ser controlados con mando y no con pantalla táctil. Su interfaz también será rediseñada para acoger un nuevo servicio de televisión con 25 canales.
De momento Apple no ha desvelado cuando llegará el contenido 4K, ni tampoco cuando podremos ver el nuevo Apple TV, aunque los rumores apuntan a que será en verano o a finales de este año.
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