El tamaño no importa, en lo que a televisores se refiere

Entre los ingenieros dedicados al diseño de televisores había una broma respecto a los televidentes estadounidenses, quienes eran de lo más condescendientes con la calidad de sus imágenes en estándar NTSC. Se decía que no parecía importarles ver a los actores con la piel del color de la langosta, que era lo más habitual hasta hace unos años.

No sabemos si esto será o no cierto (aunque lo diga el New York Times), pero una encuesta hecha recientemente por iSuppli muestra que los intereses de los consumidores estadounidenses empiezan a cambiar. Parece ser que ahora valoran sobre todo la calidad de la imagen a la hora de decidirse por un modelo concreto de televisor.

El precio también es muy importante, sobre todo en aquellos compradores con menor poder adquisitivo. En cuanto al tamaño, ha descendido considerablemente en la lista de preferencias, siendo considerado importante por sólo un 5,24 por ciento de compradores (con rentas de menos de 25.000 dólares al año) y por un 7,6 por ciento de compradores (rentas entre 75.000 y 100.000 dólares).

La encuesta de iSuppli aporta otros datos sobre el comportamiento de los compradores de televisores. Los televisores de alta definición, los HDTV, se centran en la calidad de la imagen y muchos modelos han fracasado, ofreciendo una calidad chapucera cuando prometían alta definición de imagen. De ahí que los usuarios se muestren ahora más críticos con la imagen.

Si los consumidores no citan el tamaño como prioridad es porque la mayoría sabe a priori que va a comprar una gran pantalla y ni siquiera piensa en ello.

En cuanto a los compradores con rentas más altas, suelen señalar como factor de compra importante la marca.

vINQulos
New York Times