E-Mail 'El salvador de Satyam ya tiene nombre' To A Friend

Email a copy of 'El salvador de Satyam ya tiene nombre' to a friend

* Campo requerido






Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.



Separe multiples entradas con una coma. Máximo 5 entradas.


Enviar verificación de imagen

Cargando ... Cargando ...
0

Satyam tiene, finalmente, nombre y cara para su nuevo CEO, que tendrá que recoger el legado envenenado del responsable saliente, Ramalinga Raju, y sacar a la compañía de la complicada situación en la que se encuentra sumida.
El elegido para hacer que el mundo olvide el sobrenombre de Enron TIC que se ha ganado la compañía sera A. S. Murty, un “veterano de la casa” con una trayectoria de tres lustros dentro de la firma.
“El señor Murty es un veterano de Satyam de quince años, que ha estado en primera línea desde enero de 1994″, explica uno de los accionistas. “Es bien respetado por su habilidad para integrar de forma efectiva al equipo y permitir que se tomen decisiones colectivas, lo que será crítico cuando Satyam se mueva hacia la fase de renacimiento”, añade.
Murty inició, de hecho, su paso por la firma cuando era una pequeña empresa y ha llegado hasta día de hoy,  cuando ha tomado  un cariz internacional.  Su actividad profesional le ha llevado, además, por  varias de las áreas de gestión de la firma.
Además del nombramiento de Murty, el equipo ha elegido a Homi Khusrokhan y Partho Datta como asesores para la junta en materia de gestión y finanzas.
Por lo de ahora, el equipo directivo ya ha conseguido el apoyo del Gobierno indio, que mira con lupa la actuación de la compañía. “Murty tiene una experiencia de 17 años y sabe qué se necesita al venir de dentro”, declaraba el ministro Prem Chand Gupta a Reuters.
Pérdida clientes
Murty tendrá que hacer frente a una situación nada fácil, ya que la lista de clientes que abandonan a la especialista en outsourcing continúa creciendo.
Merrill Lynch fue la primera en abandonar, pero no ha sido la última. A la lista acaba de unirse la mayor financiera de Australia, National Australia Bank; mientras sigue sin aparecer el comprador que salve a la firma de la debacle.