En busca del Silicon Valley español (II)

El presidente de Canarias, Paulino Rivero, ha inaugurado hoy el Supercomputador de Canarias, “una infraestructura que supone un avance notable para la resolución de importantes problemas de Ciencia e Ingeniería”, como explica el Gobierno de la comunidad en un comunicado a los medios.
Construido con tecnología de IBM y enmarcado dentro de la red de ordenadores de supercomputación española, este equipo se ha instalado en el Parque Científico Tecnológico situado en el campus de la ULPGC, la apuesta insular para convertirse en el vivero científico español.
El parque es la apuesta canaria por conseguir una economía basada en “el conocimiento y la innovación tecnológica”, como se apunta en el vídeo de presentación del mismo, y está apoyado por la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, que está detrás del mismo. Cuenta con tres sedes, con centros de investigación, espacios universitarios y centros de dinamización empresarial, y una subsede.
Este parque tecnológico es la apuesta más meridional, pero no la única que presentan las regiones del centro sur para atraer la innovación tecnológica. De hecho, el otro archipiélago que forma la geografía española cuenta también con su propio centro, el ParcBit, situado en las afueras de Palma de Mallorca e impulsado por el propio Govern des Illes Balears. Quiere convertirse “en un punto de atracción del talento innovador”. Como una gran parte de los parques tecnológicos españoles, cuenta con una oficina de ayuda al emprendedor, clave en un espacio que intenta dinamizar la innovación empresarial.
“ParcBit se constituye para crear un entorno adecuado para promover la innovación tecnológica en todas les Illes Balears, favorecer la implantación de profesionales cualificados y potenciar la creación y actuación de empresas de alto valor añadido”, se lee en sus estatutos fundacionales.
Por su parte, al otro lado del Mediterráneo, varias son las apuestas de la Comunidad Valenciana para convertirse en el Silicon Valley español. La Ciudad Politécnica de la Innovación, CPI, “es el proyecto más ambicioso que esta desarrollando la UPV en el seno de su campus, un espacio llamado a ser referente a nivel nacional e internacional”, como explica el rector del Universidad Politécnica de Valencia (UPV) a la que está ligada, Juan Juliá, en la web corporativa del parque. Los asociados pueden trabajar en varios cauces, a través de proyectos, mediante apoyo tecnológico o con la venta de servicios o productos técnicos, entre otros.


A la CPI se suma en Alicante el Parque Científico de Alicante, “un espacio de excelencia e innovación que incentive las relaciones empresa-universidad” sobre el que se ha puesto el objetivo de convertirlo en “dinamizador de la transferencia de tecnología y de la competitividad del sistema económico”, como se lee en su presentación. El parque alicantino no sólo ayuda desde el punto de vista de la investigación a las empresas allí instaladas, sino que además cuenta con un vivero empresarial y una serie de servicios para facilitar el trabajo en el día a día corporativo.
“El modelo que se propone va asociado a un espacio de convivencia de empresas ya constituidas, empresas nuevas (priorizando las de base tecnológica), Institutos y grupos de investigación y Laboratorios mixtos de I+D Universidad-Empresa, compartiendo servicios logísticos y científico-técnicos de calidad”, explican en su site.
Andalucía, innovadora
Andalucía es la comunidad que cuenta con un mayor número de parques tecnológicos en liza por convertirse en el Silicon Valley español y, por su larga trayectoria, la mejor posicionada. De hecho, en la visita que el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, realizó a las obras de Geolit, uno de los parques en liza y recientemente inaugurado, apuntó que éste se convertiría en uno de los “nueve grandes parques tecnológicos de Andalucía”, lo que da una pista del alto número de concentraciones de estas características de la comunidad.
En Granada, el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud (PTS) apuesta por una I+D+i muy centrada en un aspecto de la innovación: el terreno médico. Apoyado por varios organismos públicos y alguna entidad privada, “el PTS Granada es un modelo de transferencia de Investigación y Tecnología básico-clínica en el área de la salud y la biomedicina que contribuye al desarrollo económico”, apuntan al hablar de su misión.
En Jaén, Geolit “ofrece oportunidades de alojamiento a todo tipo de empresas e instituciones con una orientación innovadora, con independencia de su tamaño y sector de actividad” en medio de una situación privilegiada, rodeado de autovías, trenes de alta velocidad y dos aeropuertos diferentes.
Cartuja 93 es la apuesta de la ciudad de Sevilla, que destinó al desarrollo de la innovación parte de las instalaciones creadas para la Expo de 1992. “Tras quince años de funcionamiento, Cartuja 93 es uno de los Parques Científicos y Tecnológicos europeos de mayor envergadura”, apuntan en su presentación, gracias recalcan al elevado número de empresas que tienen instalada su sede en el lugar.


Las tecnologías avanzadas son el punto fuerte de la concentración sevillana. Un poco más lejos, en las afueras de Sevilla en San Juan de Aznalfarache, se encuentra el Centro Europeo de Empresas e Innovación (EUROCEI) la otra apuesta de esta provincia.
Aunque, sin duda, la mayor apuesta andaluza es el Parque Tecnológico de Andalucía, (PTA), en Málaga. “Una buena parte del éxito del prestigio del que goza el Parque Tecnológico de Andalucía es debido a la calidad de las empresas que acoge así como a la diversidad de sectores (centrado en el de las telecomunicaciones y las nuevas tecnologías) de las mismas”, apuntan en la lista de razones que la organización del centro esgrime para que las empresas se instalen allí.
Además del más conocido, del más concurrido y del más asentado, el PTA es el que más cerca está de convertirse no sólo en el Silicon Valley español oficial, sino también en el europeo. El Club Malaga Valley, asociación formada por algunos de los referentes del sector, defiende que la concentración malagueña se sume a San Francisco en Estados Unidos, Bangalore en India y Taejon en Corea, para ser denominado oficialmente como uno de los Silicon Valleys del mundo.
“Hacer de Málaga un “Silicon Valley” europeo no es algo fácil pero Málaga cuenta con todo el potencial para ello”, explican en su declaración de principios. “Uno de los pilares del desarrollo económico de Málaga es el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA)”.
Otras apuestas
Estas son algunas de las principales apuestas de las diferentes comunidades autónomas, pero no las únicas. Murcia pronto contará con su Contentpolis, o Ciudad de los Contenidos, con la que quiere encabezar la innovación audiovisual y que se unirá al Parque Tecnológico de Fuente Álamo en la dinamización de la I+D+i en la comunidad.
En Castilla La Mancha, el Parque Científico y Tecno
lógico de Albacete
quiere dar lugar “a un nuevo tipo de espacio económico, cuyos efectos incidan eficazmente en la modernización del tejido productivo de Castilla-La Mancha y le permitan afrontar con éxito los nuevos retos que la Sociedad del Conocimiento plantea”, apuntan en su site, a través de cinco áreas punteras de la investigación tecnológica.
Mientras, en Extremadura, se trabaja en la puesta en marcha de un Parque Científico y Tecnológico en Cáceres.
Más candidatos a convertirse en el Silicon Valley español