Entre lágrimas, Bill Gates dice “hasta la vista” a Microsoft

“No habrá un día en mi vida en que no piense en Microsoft y las grandes cosas que está haciendo, y en querer ayudar,” dijo un emocionado Gates, que derramó lágrimas según cuentan en Reuters, al tiempo que el grupo de empleados que se reunió ayer en la sede de Microsoft para despedirlo se puso en pie para ovacionarlo.

Steve Ballmer se reunió con su jefe y amigo en el escenario recordando la frase con la que Gates le convenció para que se quedara en Microsoft: “¡No lo entiendes! Vamos a poner una computadora en cada escritorio y en cada hogar”.

La pareja que gobierna Microsoft recordó antiguas batallas con IBM o las nuevas con Google, de las que el mismo Gates reconoció un error al no darse cuenta de cómo el negocio de la búsqueda y la publicidad en internet transformaría la industria. El acceso a sus correos electrónicos enviados a sus ejecutivos dan otras claves de los luces y las sombras de la gestión de Bill Gates.

Aunque nadie duda que seguirá dirigiendo (en la sombra) los destinos de su compañía, Steve Ballmer será la cabeza visible como presidente ejecutivo con retos hasta ahora desconocidos en Redmond, acostumbrados hasta ahora de convertir en oro todo lo que salía de su factoría.

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Analistas tan influyentes como Gartner vaticinan que para poder competir con Google (el actual “amo” de Internet) se imponen radicales cambios en Microsoft que basa sus ingresos en la venta de licencias de software. Otras amenazas como el crecimiento de Apple, las corporaciones que venden software como servicios, el auge (lento pero imparable) de todo lo relacionado con el código abierto, el fiasco de Vista, la pérdida significativa de cuota en soluciones y software para Internet, en el mercado de servidores, en software para dispositivos móviles o el desprestigio de Microsoft con las denuncias y condenas por monopolio y prácticas anticompetitivas que han impedido segun sus críticos el avance de nuevos modelos tecno-informáticos, son algunos de los retos a los que debe enfrentarse Ballmer.

Aún así Gates deja a Ballmer un imperio con 80.000 trabajadores, un volumen de negocio de 52.000 millones de dólares anuales, un 90% de cuota de mercado en sistemas operativos de consumo y suites ofimáticas, un 75% de cuota de navegadores o una plataforma de videojuegos y juegos online de lo más atractiva con la consola Xbox. Muy mal lo tiene que hacer Ballmer para arruinar la compañía… aunque ya nada será lo mismo…

De nuevo felicidades por la jubilación (parcial) Sr. Gates.