Esos 10 verdes objetos del deseo del usuario TIC

Desde fabricar teléfonos biodegradables hasta alimentar servidores con energía solar, la industria tecnológica se está poniendo las pilas para reducir su huella de carbono. Descubre algunas de las propuestas más originales de los últimos meses.

La energía solar se ha convertido, sin duda, en uno de los principales aliados de los fabricantes a la hora de potenciar la eficiencia de sus productos. Es gratuita, universal y más poderosa que los combustibles fósiles. Se calcula que la cantidad de luz que recibe la Tierra del astro rey en diez días equivale a todas las reservas de petróleo, carbón y gas del mundo; y que la de una sola jornada es suficiente para cubrir las demandas de toda la población.

Contra la lluvia ácida y la tala masiva de árboles

Por eso, al igual que Logitech, Greenest Host apuesta por el sol, aunque en este caso para surtir los servidores del centro de datos que posee en la ciudad californiana de Romoland y garantizar así una política de emisiones cero. A diferencia de otras soluciones de alojamiento web, que recurren a créditos de energía renovable (RECs) o de carbono para compensar su consumo sucio, esta empresa simplemente no crea contaminación y eso es precisamente lo que atrae al cliente más concienciado.

Gracias a un conjunto de 120 paneles ubicados en una de las zonas más soleadas de los Estados Unidos es capaz de producir 50 megavatios de electricidad cada hora, lo que se traduce en 144 kilovatios de uso diario. La tecnología VMware de virtualización y su tejado “verde” recortan los requisitos de refrigeración y calefacción a la mitad; mientras su generador de emergencia cambia el diésel por el gas propano, evitando durante la combustión grandes cantidades de dióxido de carbono, así como una de las principales causas de la lluvia ácida: el dióxido de azufre.

Pero hay más formas de contribuir con el medio ambiente. Por ejemplo, utilizando softwares para impresoras como GreenPint, que economizan en papel y tinta. Este programa en concreto analiza el contenido de cada documento, deshaciéndose de banners publicitarios, textos legales y URLs a pie de página. Igualmente, permite eliminar partes de una tarea de forma manual sin necesidad de ejecutar el comando desde la aplicación original e informa sobre cuánto dinero se ahorra el usuario con cada impresión y cuántos árboles se salvan de una tala indiscriminada.

Su descarga asciende a 19 dólares y, si se combina con la la tecnología de tinta sólida de Xerox, puede llegar a producir un 90% menos de desperdicios: hasta 12.000 toneladas de emisiones de carbono en una empresa de tamaño mediano. Por no hablar de los 4.000 árboles que se mantendrían en pie. Y es que sólo en las oficinas, cada empleado imprime unos 10.000 folios al año, de los que más del 10% (1.400) son descartados.

Partiendo de estos recursos naturales y del objetivo de minimizar la huella ecológica, al tiempo que mejorar la acústica de las canciones, se han esculpido sobre madera los auriculares con micrófono de 90 euros ThinkSound ts02. Sí, madera. Pero ésta procede solamente de bosques certificados, mientras que los cables de los audífonos están libres de PVC, el aluminio es reciclado y el pack se distribuye en un pequeño saco de tela de esparto. Otra ventaja es que el gadget es compatible con iPod, iPhone, iPad, MacBook, BlackBerry y terminales con sistema operativo Android, tipo HTC EVO, y Linux, caso de Motorola A1600.

¿Cuánta energía se lleva consumida?

Hablamos de reproductores de música, teléfonos, tabletas, ordenadores portátiles, pero también de PDAs, unidades de GPS, videoconsolas y cámaras de fotos o vídeo. Todos estos instrumentos se mueven entre las ansias de volverse más ecológicos y la necesidad de chupar electricidad. Por eso, aun cuando el dispositivo final no es estrictamente verde, sí puede alimentarse de manera totalmente sostenible. ¿Cómo? Con el cargador de mano YoGen, que basa su estructura en las reglas de la cinética.

Como si de un yo-yo se tratase, los reiterados tirones a la cuerda que lleva incorporada producen un flujo estable de entre 5 y 6 vatios. Esto significa que estirar el cordón durante un minuto produciría la energía idónea para cargar un móvil hasta su capacidad máxima, una solución práctica para situaciones imprevistas, cuando no se tiene a mano el cargador oficial del producto o las baterías de repuesto están agotadas. YoGen puede encargarse por 40 dólares en la página oficial de Easy Energy, la compañía responsable de su comercialización.

El último paso para mantener el consumo a raya es instalar un dispositivo de control que monitorice el uso de corriente en tiempo real, localice los aparatos que más gastan y aconseje sobre cómo revertir esa tendencia. Justo las funciones del Energy Detective, o TED 500, que además permite calcular las cuotas a fin de mes y cuyo precio aproximado es de 200 dólares. Una compra que puede salir rentable si se tiene en cuenta que, en casos reales probados, ha contribuido a rebajar las facturas del hogar en un 15,8% .

Para su puesta en marcha el usuario deberá conectar un par de sensores a su línea telefónica y un receptor entre router y enchufe. De esta forma, la aplicación podrá ser consultada desde cualquier ordenador de la red doméstica con sistema operativo Windows, Linux o Mac OS X. Quizás este detective de malos hábitos no reduzca las emisiones por sí solo, pero seguramente consiga concienciar a más de uno.

Y tú, ¿ya eres un “greenie”?