España, séptimo más afectado por el ransomware

El sector energético es el más castigado de Europa por los ataques de malware como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

En el ranking de países donde más incidencia existe de ataques por ransomware España ha escalado un puesto hasta situarse en el séptimo puesto, según indica S21sec en su informe semestral “Threat Landscape Report”, que plasma el incremento de este tipo de ataques desde el informe correspondiente al segundo semestre de 2021.

Este tipo de ataques consisten en un malware que “secuestra” el equipo solicitando un “rescate” (en inglés, ransom) a cambio de desbloquear el equipo o de no borrar ni difundir la información contenida en el mismo. La proliferación de este tipo de ataques corre pareja a los beneficios económicos que son capaces de obtener los ciberdelincuentes que los llevan a cabo.

Desde S21sec se ha monitorizado durante la primera mitad del año más de 1.400 ataques, examinando de cerca la actividad que mantenían en más de medio centenar de blogs grupos dedicados al ransomware en entornos de deep web, dark web y en foros clandestinos.

El país “líder” de esta peculiar clasificación es Estados Unidos, con más de 600 ataques, seguido a considerable distancia de Alemania (90 ataques) y Reino Unido (86 ataques). En el caso de España (que pasa del octavo al séptimo puesto mundial) se ha detectado un total de 37 tipos de ataques. Las vulnerabilidades totales casi han llegado a 12.000, de las cuales 7.000 han sido críticas, por lo que desde S21sec alertan a las organizaciones para que se comprometan en el mantenimiento y la actualización de sus infraestructuras de manera que reduzcan en la medida de lo posible las posibles brechas de seguridad que puedan presentar sus sistemas.

Sectores más afectados

El ransomware no afecta de la misma manera a los distintos sectores de actividad. Durante el primer semestre de 2022 los que más han sufrido ataques de este tipo han sido el tecnológico, el industrial, el de retail y el de la construcción, con más de 90 víctimas.

Tampoco hay que olvidar la elevada incidencia en los sectores sanitario, de transporte y logística, de gobierno y administración, el financiero y el energético. Este último ha sido el más afectado en Europa como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. En este aspecto se han sumado la motivaciones puramente económicas comunes al resto de ataques con los intereses por dañar o paralizar las infraestructuras eléctricas en el contexto bélico.