Europa confía en un simulador de crisis la salud económica del mañana

Contar con una bola de cristal para  saber que pasa en la economía mundial es, posiblemente, el sueño de economistas, empresarios y gobiernos. Saber el futuro aún no es posible, pero gracias a las nuevas tecnologías es probable averiguar como respondería el tejido económico ante un golpe de crisis.

Europa ha apoyado un proyecto de investigación tecnológica de alto nivel, en el que han participado economistas e informáticos de ocho universidades (de Italia, Francia, Alemania, Turquía y el Reino Unido) y que ha costado en total 2,5 millones de euros, para crear un programa que predice cómo se comportarían todos los agentes económicos ante una situación concreta, como puede ser una crisis.

El programa, puntero en tecnología de simulación, recoge todos los extractos de la sociedad, desde una familia y sus planes de ahorro hasta el más alto nivel de las finanzas. “Al posibilitar que una política y sus efectos en la gente puedan probarse mejor mientras aquélla se halle todavía en su fase de formulación, los resultados de este proyecto de investigación permitirán complementar las estadísticas económicas tradicionales y las hipótesis sobre las posibles reacciones de los agentes económicos”, explica la todavía comisaria de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información, Viviane Reding. Contar con una previsión de reacciones permitiría, por tanto, ajustar las respuestas políticas.

Ejecutar el programa no es, aún así, sencillo, hablando desde el punto de vista técnico. Para poder poner la aplicación en marcha se necesitarán superordenadores, que harán que el programa realice sus estimaciones a gran escala. Aún así, y para facilitar el trabajo de economistas y responsables políticos, una vez realizada las operaciones más complejas, el flujo de datos estará disponible para una red de ordenadores.

El proyecto del simulador de crisis tendrá una duración de tres años.