
David Tajuelo, Senior Regional Sales Manager en Cambium Networks Iberia, explica en esta tribuna cómo la automatización basada en políticas (PBA) está transformando la gestión IT y optimizando las redes empresariales.
Vivimos en un mundo cada vez más digitalizado y adaptado a un formato de trabajo híbrido; las empresas han tenido que implementar nuevas tecnologías, tales como la virtualización, la computación en la nube y los entornos de colaboración en línea. En un entorno como este, los switches son una pieza fundamental, pero no se les da la importancia necesaria. Deben ser capaces de manejar una variedad de tecnologías y dispositivos conectados, incluidos dispositivos móviles, estaciones de trabajo y servicios en la nube. Ante este escenario, la automatización de las nuevas redes inteligentes es una nueva necesidad, y la automatización basada en políticas (PBA) es el héroe sin capa del que poco se habla, pero cuyo impacto es vital para el área de IT de las compañías.
La automatización permite realizar pruebas en todas estas configuraciones para garantizar que la infraestructura de red pueda soportar la evolución tecnológica sin problemas. Por un lado, proporciona conexiones seguras, escalables y fáciles de gestionar cada vez que se incorpora un nuevo empleado a la compañía y por otro, la automatización permite al área de IT optimizar sus procesos y enfocarse en las tareas estratégicas que añaden más valor y evitar dedicar tiempo a pruebas manuales repetitivas.
La foto es que, el tiempo que se pierde en tareas repetitivas como estas no solo afecta la productividad del área de TI, sino que también genera gastos operativos (OPEX) ocultos. En un mundo donde la ciberseguridad y la eficiencia operativa marcan la diferencia, es necesario y suficiente (como decían en la universidad) adoptar soluciones que reduzcan la carga de trabajo sin sacrificar el control ni la seguridad de las conexiones
Principales ventajas
PBA nos ofrece ventajas específicas en comparación a otros métodos de gestión de switches. Con PBA detectamos las conexiones de nuevos dispositivos a la red y se asignan automáticamente al grupo correcto evitando, reduciendo y mitigando errores, y garantizando la seguridad de cada acceso a la red. Además, la gestión se efectúa desde un único punto, desde dónde el administrador puede visualizar y controlar conexiones Wi-Fi, switches y seguridad, sin herramientas adicionales. Otro punto clave es que permite una escalabilidad real, ya que se puede ampliar la red y los nuevos dispositivos que se van añadiendo, se configuran solos, sin tiempos de inactividad. El control de acceso se efectúa basado en roles, y por tanto, segmenta automáticamente los dispositivos según su rol y nivel de acceso, incluidos dispositivos que no sean APs, como cámaras CCTV o elementos IoT.
Por eso nos gusta decir que PBA es un héroe anónimo detrás de escena, pero cuyo rol es fundamental en las compañías de la actualidad y hacia donde se dirige el modelo de trabajo, simplificando tareas y permitiendo a los equipos del área de tecnología centrarse en tareas con un mayor valor. El desafío ya no es decidir si se debe adoptar la automatización, sino cuándo dar el paso hacia un modelo de gestión de red más ágil y efectivo.