Facebook y Twitter se niegan a bloquear servicios durante los disturbios sociales

El fabricante de BlackBerry, Research In Motion, también se ha pronunciado en términos similares ante la reunión que mantendrán hoy con la Ministra del Interior británica.

Tras los incidentes ocurridos en Londres durante las últimas semanas, representantes de Facebook, Twitter y Research In Motion se reunirán hoy con la responsable del Ministerio británico del Interior, Theresa May. ¿El objetivo? Valorar vías de colaboración entre gobierno y redes sociales en situaciones de disturbios.

Las redes sociales como Facebook consideran que las medidas actuales son suficientes para detectar actitudes violentas
Las redes sociales como Facebook consideran que las medidas actuales son suficientes para detectar actitudes violentas

Aunque la intención del Ministerio es bloquear el acceso a estas plataformas y facilitar la aplicación de la ley, al menos dos de sus interlocutores ya han adelantado que se negarán a cerrar sus servicios si se se vuelven a producir emergencias similares, porque con ello sólo se contribuiría a la censura online.

Facebook y Twitter insisten en que en la actualidad ya existen controles para evitar la publicación de “material provocativo” o que incita a la violencia, así como la capacidad de identificar a usuarios problemáticos sin necesidad de examinar el contenido de sus mensajes privados.

La primera de ellas también ha recordado que a raíz de las revueltas a principios de mes ya eliminó por su cuenta “varias amenazas creíbles de violencia”.

“Facebook es una plataforma segura y positiva para la gente del Reino Unido en estos momentos difíciles”, aseguró un portavoz al periódico The Guardian, que añadió que “millones de personas utilizaron nuestro servicio para comunicar a amigos y familiares que estaban a salvo”.

Por su parte, RIM explicará al gobierno qué partes de su popular servicio de mensajería BlackBerry Messenger son privadas y cifradas. A diferencia de Facebook y Twitter, BBM es un sistema protegido por un código PIN, lo que lo convirtió en el medio de comunicación más popular entre los manifestantes.