Debido a que las Google Glass todavía son muy escasas, este fallo de seguridad no ha tenido mayor trascendencia y ha sido la empresa Lookout la encargada de encontrarlo y notificar a Google.
La idea es usar un código QR modificado para que se conectaran remotamente a un servidor de forma silenciosa, donde, a partir de otro fallo de seguridad de Android 4.0.4 en cuanto a la navegación web, se podía tomar el control completo de las gafas.
Gracias a esto no sólo se podía mandar a las gafas realizar acciones sin conocimiento del usuario, sino que además se podía ver y escuchar todo lo que hace el usuario, lo cual da bastante respeto.
Gracias al toque de atención de Lookout, Google ha podido solventarlo y podrá seguir usando códigos QR como hasta ahora, pero de manera más segura y sin riesgo. Esperemos que para el momento en el que estén en el mercado sean lo más seguras posibles.
vINQulos
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