Los anuncios que hoy se pueden ver en la red sobre bebidas alcohólicas nada tienen que ver con los que se podían ver ayer: la razón está en un código de conducta autoimpuesto por el propio sector.
Los grandes productores mundiales de vinos y espirituosos han aprobado de mutuo acuerdo un código de autorregulación que impone ciertas normas sobre la publicidad que el sector puede utilizar en la red, tal y como recoge Le Monde. El acuerdo entró en vigor el 30 de septiembre y afecta a Estados Unidos y la Unión Europea.
Entre las nuevas normas, los fabricantes preguntarán la edad de sus receptores antes de iniciar un contacto directo con ellos y moderarán los comentarios demasiado entusiastas dejados en sus portales oficiales en la red.