Esta unión amplía el acuerdo de colaboración que ambas compañías mantienen desde el 2008.
El acuerdo supone que ambas compañías colaborarán en la investigación y desarrollo de esta nueva familia de chips aportando sus tecnologías para producir un chip que solvente problemas de las plataformas móviles actuales y permita aumentar la eficiencia y disminuir el tamaño de cara a la próxima generación de dispositivos.
A medida que aumentan las necesidades de los consumidores de dispones de “una mayor duración de la batería, acceso a Internet ininterrumpido, multimedia de gama alta y transacciones seguras, el diseño de chips se hace cada vez más difícil”, según explican las compañías.
Hasta la fecha ambas firmas habían trabajado de forma conjunta en el desarrollo de chips en niveles de 32 y 28 nanómetros, pero el siguiente reto se sitúa en los 14 nm que estarán destinados a su uso en smartphones y tablets principalmente.
En IBM se han dado cuenta de que con ARM “apuestan a caballo ganador” en este terreno ya que “los procesadores Cortex de ARM han conseguido situarse a la vanguardia en el segmento de smartphones y además tiene un gran futuro por delante”, según aseguran desde la compañía.
En este sentido, el objetivo de IBM es “seguir trabajando estrechamente con ARM para desarrollar aún más esta plataforma”.
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