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El mundo editorial evoluciona siguiendo el curso de la tecnología. El concepto de casa editorial al sentido tradicional queda para las grandes marcas, ya que la industria del libro es cada vez más competitiva. Los autores de renombre con chalet en la sierra lo tienen fácil, pero ¿y aquellos jóvenes literatos que quieren publicar sus textos?
Los nuevos nombres de la literatura tienen muy pocas posibilidades de hacerse un hueco en un mercado tan arduo como el editorial. Las pequeñas casas editoriales recurren cada vez con mayor frecuencia a publicaciones de poca tirada y no pueden permitirse publicitar a sus noveles. Por otra parte, las grandes firmas reciben cada día una multitud de entusiastas propuestas que recibirán un “no” automático.
La solución para estos nuevos autores que quieren probar suerte en la tinta y el papel está en Internet. Portales como la estadounidense Lulu, Blurb, Art.novela u otros facilitan la publicación gratuita de novelas, ensayos, guías de viajes o libros fotográficos. Sin pedir ningún requisito o cuota anticipada, estas webs permiten colgar en la Red las publicaciones y decidir su precio de venta o su acceso gratuito.
El autor podrá decidir entre diferentes tipografías, diseños de portada o dimensiones para editar personalmente su libro y podrá solicitar copias impresas a domicilio. Por otra parte, los lectores y clientes de estos portales podrán acceder a una base de datos por títulos y géneros y pedir un ejemplar por medio de una descarga del archivo (en formato pdf generalmente) o una versión impresa.
Lulú, editorial por excelencia
Lulú es la editorial online más veterana y con más éxito de la Red. Creada en 2002 por el co-fundador de Red Hat, Bob Young, registra 15.000 nuevas inscripciones cada semana, procedentes de 80 países del mundo.

El 50 por ciento de sus visitas provienen de fuera de Estados Unidos, su país natal. “Ya no se trata de 100 libros y 100.000 copias, sino de 100.000 libros y 100 copias”, declara el fundador de Lulú y padre de la auto-publicación.
Portales como Lulu.com ayudan a la venta de libros para nuevos autores o escritores aficionados y, si así se desea, les facilita la promoción de estas publicaciones. Lulú mantiene un acuerdo con Amazon, lo que permite que la esfera de presencia del libro en Internet se amplíe.
Libros online: ¿bestsellers mundiales?
Si bien está claro que la auto-publicación es un recurso accesible para todos los usuarios de Internet y una solución rápida para las nuevas promesas de la literatura, lo que queda menos claro es si es rentable o no para los autores. Lulú afirma que permite a los escritores ganar dinero con sus proyectos en un porcentaje de ganancias único (80/20)
La web es optimista del potencial de sus usuarios y afirma que cada vez hay un mayor número de compradores de cultura online que huyen de los “grandes éxitos” que se encuentran en los estantes de las librerías. Es lo que la firma llama el “origen de una nueva economía.”
“Sinceramente, no creo que la publicación por Internet sea la mejor forma de darse a conocer como autor”. Ana Castrillo, autora novel de libros infantiles en verso, es usuario de Lulú.

A modo de ejemplo, Ana acudió en primer lugar a algunas pequeñas editoriales, que se mostraron entusiastas por su publicación pero le comunicaron que “no vendía”. Después de hacer una búsqueda por Internet, Ana eligió Lulú para publicar su primer libro, “Brísjal y Bon Teletrón en el Mundo Imaginación”.
La autora afirma que es difícil publicitarse a través de Internet si no se cuenta con grandes medios y comenta que su campaña de marketing consistió en “un email enviado a todos mis contactos”. El volumen de ventas que se puede tener, según opina la escritora, depende íntegramente del interés que tenga el autor en promocionarse.
“Supongo que habrá autores que intenten mover sus publicaciones a un nivel mayor, pero mi impresión es que los que publican a través de la red no tienen más publicidad que la que ellos mismos se hacen”.
Internet es el futuro de todos los negocios y el editorial es uno más. Las nuevas aportaciones tecnológicas al universo de la literatura, con invenciones como los e-books, propician la difusión de formatos electrónicos en este mercado. El formato papel, por el momento, sigue vendiendo.
Los datos recientemente publicados por el INE relevan una producción editorial española en 2007 de 226 millones de ejemplares de libros y folletos. Sin embargo, esta cifra supone una caída del 11,3 por ciento respecto al año anterior. ¿Qué sorpresas nos deparará el próximo año?