ISACA alerta sobre la falta de preparación empresarial ante la inminente disrrupción cuántica

El Gobierno de España impulsa su Estrategia Nacional de Tecnologías Cuánticas mientras ISACA advierte del bajo nivel de preparación de las organizaciones.
Con motivo del anuncio del Gobierno Español sobre el lanzamientos de la primera Estrategia Nacional de Tecnologías Cuánticas, con la que movilizará una inversión inicial de 808 millones de euros con el objetivo de convertir a España en un actor relevante en la carrera global por el liderazgo cuántico, ISACA, organización auditora de ciberseguridad y tecnologías emergentes sin ánimo de lucro, ha hecho público su Estudio “Tomando el pulso a la Computación Cuántica”, con el que toma temperatura sobre las perspectivas del mundo empresarial acerca de la disrupción inminente de esta nueva tecnología. De la mano del enérgico Presidente del capítulo de Barcelona para ISACA, Ramses Gallego, hemos conocido los principales hallazgos del estudio y cómo estos coinciden en cierta manera con lo anunciado por el Gobierno de España.
Tomando el pulso a la Computación Cuántica
El último informe de ISACA, titulado “Tomando el pulso a la Computación Cuántica”, ofrece una radiografía preocupante sobre el estado de preparación de las organizaciones ante el impacto potencial de esta tecnología. Basado en una encuesta a 2.685 profesionales de confianza digital, ciberseguridad, auditoría y gestión de riesgos, de los cuales 529 eran europeos, el estudio concluye que, aunque existe una alta percepción de los riesgos, las acciones preparatorias siguen siendo mínimas.
El 67% de los encuestados teme que la computación cuántica pueda romper el cifrado actual de Internet, y un 63% de los europeos se muestra preocupado por los ataques de tipo “harvest now, decrypt later”. Además, el 61% anticipa nuevos riesgos comerciales derivados de esta tecnología. A pesar de ello, solo el 33% afirma tener una buena comprensión de sus capacidades y apenas el 3% la considera una prioridad estratégica a corto plazo.

La adopción de medidas concretas es escasa: el 59% no ha tomado ninguna acción preparatoria y el 40% desconoce si su empresa tiene planes al respecto. Solo el 5% entiende los estándares criptográficos post-cuánticos del NIST y el 40% de las organizaciones aún no ha considerado adoptar tecnologías criptográficas resistentes a la computación cuántica.
El estudio también identifica una preocupante falta de hojas de ruta para adaptar sistemas heredados, especialmente en sectores como el industrial y sanitario. El 52% de las organizaciones no contempla integrar la computación cuántica en su hoja de ruta tecnológica, mientras que apenas un 4% cuenta con una estrategia formal y solo un 2% se considera familiarizado con esta tecnología.
En el caso español, el informe confirma un nivel de preparación especialmente bajo: el 67% expresa inquietud por su impacto en ciberseguridad, pero solo una minoría ha iniciado acciones concretas. Esta disparidad entre el reconocimiento del riesgo y la falta de acción estratégica representa una vulnerabilidad estructural relevante, según los autores del estudio.
El estudio de ISACA deja claro que, aunque los profesionales son conscientes del impacto disruptivo que puede tener la computación cuántica, la mayoría de las organizaciones aún no ha reaccionado con una planificación seria. La brecha entre la percepción del riesgo y la adopción de medidas concretas es uno de los principales hallazgos del informe, subrayando la necesidad urgente de inversión en formación, planificación tecnológica y actualización de infraestructuras para afrontar el futuro poscuántico.
Una oportunidad para reducir la brecha
La organización global ISACA ha valorado positivamente la aprobación de la Estrategia de Tecnologías Cuánticas de España 2025-2030, calificándola como una “oportunidad sin precedentes” para reducir la brecha entre la conciencia del riesgo cuántico y la falta de acción observada en el sector privado. Según ISACA, esta apuesta pública llega en un momento clave, donde muchas organizaciones reconocen los riesgos pero no han adoptado medidas concretas.
El plan del Gobierno español contempla una inversión directa de 808 millones de euros y la captación de otros 700 millones adicionales a través de colaboración público-privada. Para su ejecución, se emplearán dos principales fuentes de financiación: los fondos FEDER y el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
Tal y como presentó el Gobierno español en rueda de prensa, la estrategia nacional se articula en torno a cuatro objetivos principales: reforzar la investigación, desarrollo e innovación (I+D+I), crear un mercado español en tecnologías cuánticas, preparar a la sociedad para un cambio tecnológico disruptivo y consolidar el ecosistema cuántico del país. En cuanto a las áreas prioritarias de desarrollo son tres: la computación cuántica, centrada en ciberseguridad y privacidad; las comunicaciones cuánticas, que incluyen el despliegue del futuro internet cuántico; y la sensórica cuántica, con aplicaciones en ciencia, salud y defensa.
Entre las primeras medidas concretas figura la creación de un hub de comunicaciones cuánticas, con una dotación inicial de 10 millones de euros, destinado a fortalecer la infraestructura y avanzar hacia una red de comunicaciones seguras.
Conclusión: ISACA subraya que la estrategia cuántica española tiene el potencial de marcar un punto de inflexión para el ecosistema tecnológico del país, al fomentar la formación, la adopción de tecnologías post-cuánticas y la cooperación público-privada. Esta iniciativa busca acelerar el posicionamiento de España en la carrera cuántica global, al tiempo que responde a los desafíos en ciberseguridad y resiliencia digital que plantea esta tecnología emergente.
Tres Tipos de Computación Cuántica

Ramses Gallego, experto en computación cuántica, describe tres estadios de esta tecnología, diferenciados por sus aplicaciones, grado de generalidad y capacidad de cómputo.
El primero de ellos es el Quantum Annealer, una forma altamente especializada de computación cuántica que, según el consenso científico, aún no ha demostrado ventajas claras frente a métodos convencionales especializados. Es considerado el tipo más limitado y menos potente de ordenador cuántico, ya que solo puede ejecutar funciones específicas. Sus principales aplicaciones se encuentran en la resolución de problemas de optimización. Su generalidad es restringida y su poder computacional se considera comparable al de los ordenadores tradicionales.
El segundo estadio es el Analog Quantum, considerado el enfoque con mayor probabilidad de demostrar una aceleración cuántica real frente a la computación clásica en los próximos cinco años. Un ordenador cuántico analógico será capaz de simular interacciones cuánticas complejas que resultan intratables para los sistemas actuales. Se estima que operará con entre 50 y 100 qubits. Sus aplicaciones abarcan desde la química cuántica y la ciencia de materiales hasta problemas de optimización, muestreo y dinámica cuántica. Su generalidad es parcial y su capacidad de cómputo se considera alta.
Gallego sitúa el estado actual “a caballo entre Quantum Annealer y Analog Quantum”, al que describe como la infancia de la computación cuántica. Señala que, con máquinas que alcanzan alrededor de 2.000 qubits, la tecnología aún no está preparada para afrontar los “retos mayúsculos”. En esta etapa, los ordenadores cuánticos son útiles principalmente para optimización y problemas específicos como simulaciones de tráfico o procesos químicos, en línea con las aplicaciones descritas para los dos primeros tipos.
Un mundo sin secretos
El tercer estadio es el Universal Quantum. Gallego explica que los verdaderos “retos mayúsculos” llegarán con este nivel, previsto para cuando los ordenadores cuánticos alcancen los 10.000 qubits. En ese momento, algoritmos como el de Shor (1997) podrían ejecutarse de forma eficiente, lo que supondría que “cualquier cifrado conocido por el ser humano hoy podrá ser descifrado. Un mundo sin secretos”. Según los profesionales encuestados, esta etapa podría alcanzarse en un plazo de entre 7 y 15 años. Se trata de una tecnología con el potencial de ser exponencialmente más rápida y capaz de quebrar los sistemas criptográficos actuales.
Este tipo de ordenador cuántico representa el mayor desafío tecnológico. Su construcción requerirá superar barreras técnicas aún no resueltas. Se estima que comprenderá más de 100.000 qubits. Sus aplicaciones son amplias e incluyen computación segura, aprendizaje automático, criptografía, química cuántica, ciencia de materiales, problemas de optimización, muestreo, dinámica cuántica y búsqueda. Su generalidad es total, con una aceleración comprobada, y su poder computacional, extremadamente alto.
Harvest now, decrypt later
Gallego advierte sobre la amenaza del enfoque “cosechar ahora, descifrar después” (harvest now, decrypt later), mediante el cual los ciberdelincuentes recopilan datos cifrados hoy para descifrarlos en el futuro con ordenadores Universal Quantum. No obstante, un estudio de ISACA señala que las organizaciones muestran un bajo nivel de preparación ante esta eventualidad. Solo un pequeño porcentaje conoce los estándares de criptografía post-cuántica definidos por el NIST.
En resumen, los tres tipos de computación cuántica descritos por Ramses Gallego corresponden a los distintos estadios evolutivos de esta tecnología. El estado actual se centra en aplicaciones especializadas y simulación, mientras que el Universal Quantum representa tanto una amenaza para la criptografía como la promesa de una capacidad de cálculo sin precedentes. La transición hacia este estadio exige una preparación urgente por parte de las organizaciones para mitigar los riesgos asociados.
Panorama Global, Adopción y Retos de la Computación Cuántica
Según Ramses Gallego, la adopción de la computación cuántica presenta un panorama diverso a nivel global, con distintos niveles de preparación y concienciación en España, Europa y otras regiones. Sus explicaciones se basan principalmente en los hallazgos del Estudio Pulso de Computación Cuántica 2025 de ISACA.
Adopción en Europa
El estudio de ISACA, que incluye una muestra significativa de profesionales europeos (529 de los 2.685 encuestados a nivel global), revela una preocupación generalizada sobre el impacto de la computación cuántica en la ciberseguridad. Un 67% de los profesionales de TI europeos se muestra inquieto ante la posibilidad de ruptura del cifrado actual.
A pesar de esta preocupación, el nivel de preparación y planificación estratégica es bajo. Solo el 4% de las organizaciones europeas dispone de una estrategia formal frente a la amenaza cuántica, y apenas el 2% se considera extremadamente familiarizado con esta tecnología. Además, un 52% afirma que su organización no tiene previsto integrar la computación cuántica en su hoja de ruta tecnológica. También se observa una limitada comprensión de las capacidades cuánticas. Solo el 33% de los encuestados europeos afirma entender sus implicaciones y posibilidades.
El conocimiento sobre los estándares de criptografía post-cuántica del NIST es muy reducido: apenas un 5% de los profesionales los entiende con claridad, y un 40% de las organizaciones ni siquiera ha considerado su implementación.
- Un 63% expresa preocupación ante los ataques del tipo “cosechar ahora, descifrar más tarde”.
- El 59% de los encuestados europeos no ha tomado medidas concretas para prepararse ante la computación cuántica.
- Solo un 3% considera esta tecnología como una alta prioridad empresarial para el futuro próximo.
Adopción en España
Ramses Gallego, como presidente del capítulo de Barcelona de ISACA, lamenta que el tejido empresarial español no esté preparado para los retos que plantea la computación cuántica, una afirmación respaldada por los datos del estudio.
No obstante, valora positivamente el anuncio del Gobierno de España sobre la Estrategia de Tecnologías Cuánticas 2025-2030, que incluye una inversión pública relevante. Considera que este es el camino que tanto España como Europa deben seguir.
Aunque reconoce que España muestra mayor concienciación que otros países, advierte que no se encuentra a la vanguardia mundial en esta materia. Menciona iniciativas como la del Barcelona Supercomputing Center, que trabaja en el desarrollo de un ordenador cuántico propio, pero también subraya la brecha existente frente a los líderes internacionales.
Adopción en el resto del mundo
Aunque el estudio de ISACA se centra en Europa, Gallego señala que las cifras globales son similares a las europeas en lo referente a la preocupación por los ataques del tipo “harvest now, decrypt later”.
A escala global, Gallego ofrece un ranking personal de los países más avanzados en computación cuántica: China, Estados Unidos, Australia, Austria y Canadá. Destaca las inversiones y avances logrados en estas naciones, en contraste con regiones como Latinoamérica, donde el nivel de conocimiento es considerablemente menor.
Quantum Computing as a Service
En cuanto al modelo de negocio, Gallego afirma que “Quantum Computing as a Service” (QaaS) será el modelo dominante. Este permitirá que la mayoría de las organizaciones accedan a la computación cuántica sin necesidad de desarrollar infraestructura propia, de forma similar a lo que ya ofrecen proveedores como Amazon Web Services (AWS) y el Barcelona Supercomputing Center, aunque este último se orienta principalmente a la comunidad científica. Existen, sin embargo, excepciones como Volkswagen, que ha adquirido un ordenador cuántico de Google (D-Wave) para usos específicos de optimización.
Según Ramses Gallego y el estudio de ISACA, aunque existe una concienciación creciente sobre los riesgos y el potencial de la computación cuántica, los niveles de adopción y preparación son aún muy bajos, especialmente en el sector privado. España, si bien presenta una estrategia gubernamental ambiciosa y mejores cifras que algunos países, no figura entre los líderes mundiales. El futuro de esta tecnología parece estar ligado al modelo QaaS, que facilitará un acceso más generalizado a sus capacidades.