El terminal se abre obteniendo una sola pantalla de 4,7 pulgadas y resolución de 800×960 píxeles, pero también se puede deslizar una de las pantallas para que el teléfono adopte la forma convencional.
La idea es que al estar abierto las dos pantallas funcionen de forma conjunta para proporcionar una mejor experiencia al usuario y ampliar las posibilidades, de manera que pueden utilizarse como una sola pantalla o ejecutar aplicaciones que permitan la interactividad entre las dos.
Se puede usar una de ellas como teclado virtual o seleccionar fotos en una pantalla y visualizarlas en la otra, entre otras posibilidades.
El Kyocera Echo cuenta con procesador Qualcomm Snapdragon a 1GHz, GPU Adreno 200, cámara frontal para videollamadas y otra en la parte trasera de 5 megapíxeles, 512 MB de RAM, ranura para microSD y batería de 1370mAh.
El sistema operativo de este terminal es Android en su versión 2.2 o Froyo.
En esta ocasión el precio, unos 199 dólares, no será el mayor inconveniente ya que el smartphone será comercializado por Sprint en Estados Unidos y tenemos pocas posibilidades de verlo en Europa.
Aún así resulta interesante ver modelos de nueva generación que inevitablemente nos recuerdan “al teléfono del futuro”, aquel prototipo de Android con tres pantallas flexibles y plegables, ¿lo recordáis?
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