La escasez de microchips obliga a los fabricantes a aumentar el gasto para aumentar la producción

La escasez de microchips obliga a los fabricantes a incrementar la inversión para poder aumentar la producción.

El confinamiento debido a la pandemia que tuvo lugar hace dos años paralizó muchos sectores, algunos de los cuales no han llegado a recuperarse aún. Uno de ellos es el de los fabricantes de microchips, incapaz de satisfacer la demanda tras el cuello de botella provocado.

Para tratar de afrontar la situación una valoración hecha desde SEMI, asociación global de la industria que presta servicios a la cadena de suministro de diseño y fabricación de productos electrónicos, indica que está previsto un aumento de hasta el 18 % en la inversión que efectuarán los fabricantes para poder incrementar la producción.

La tendencia en cuanto al aumento en la inversión continúa, por tanto, creciente, aunque desciende notablemente con respecto al pasado año 2021, cuando el aumento de esta inversión con respecto al año 2020 fue de un 42 %. Con todo, este aumento supone alcanzar los 107.000 millones de dólares, con lo que por primera vez se superarían los 100.000 millones.

A decir de Ajit Manocha, CEO de SEMI, superar esa barrera supone todo un hito que refleja el dinamismo del sector, que mantiene elevadas perspectivas de crecimiento a largo plazo, ampliando los mercados en una tendencia que no parece que vaya a frenarse durante los años más inmediatos.

Zonas y sectores de crecimiento

Por áreas geográficas, Asia continúa siendo el territorio líder. Taiwán será la que observe un mayor crecimiento, con un aumento del gasto del 46 %, lo que llegaría hasta los 35.000 millones de dólares sólo en ese país. A continuación estaría Corea del Sur, con un incremento del gasto del 9 % y un total de 26.000 millones. En el caso de China aunque el gasto alcanzará los 17.500 millones de dólares esta cifra significaría un descenso del 30 % con respecto al efectuado en el año 2021.

Mientras, en la zona de Europa, Oriente Medio y África la cifra sería muy inferior a las mencionadas para Asia (9.600 millones de euros), pero a cambio supondría un aumento histórico del 248 % con respecto a 2021.

La razón principal es la adopción por parte de las autoridades políticas de unas medidas de estímulo destinadas a convertir a la industria local en situación de competir con los gigantes asiáticos. Detrás quedaría Norteamérica,  con un aumento que para 2023 llegaría hasta los 9.800 millones de dólares.

Por sectores, el que asumiría las mayores inversiones sería el de fundición (un 50 % del gasto), seguido de la industria de las memorias, con un 35 % del gasto, derivado de la llegada de una nueva generación de chips NAND Flash y DRAM.