Plantas de fabricación de automóviles situadas en España de marcas como Seat, Mercedes, Volkswagen o Ford están paralizando sus líneas de producción debido a la rotura de stock de chips.
Hace ya más de un año que tras el confinamiento y el parón de la industria ocasionados por el inicio de la pandemia se interrumpió, como tantos otros sectores, la fabricación de componentes electrónicos como los chips, que además de en dispositivos electrónicos como ordenadores, teléfonos móviles, videoconsolas o televisores también tiene una importante presencia en los automóviles.
Precisamente el confinamiento ocasionó un aumento de demanda en dispositivos como tablets y ordenadores portátiles a fin de continuar teletrabajando, lo que vino a sumarse a la falta de semiconductores que ha terminado afectando a otras industrias que precisan de esos componentes.
Aquí el parón en la industria todavía se deja sentir al no existir oferta suficiente por parte de los fabricantes para tantos componentes como la industria necesita a fin de satisfacer la fabricación y el montaje de multitud de productos, entre ellos los vehículos. Ante la ausencia de estos componentes son múltiples las instalaciones fabriles de la industria del motor en España que se han visto obligadas a interrumpir o ralentizar su producción, según informa La Razón.
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