La organización del MWC 2022 prevé entre 40.000 y 60.000 asistentes y un impacto de 240 millones de euros

Con el regreso a las fechas habituales, el MWC 2022 abrirá sus puertas en Barcelona el 28 de febrero para mostrar al mundo el futuro de la tecnología. En esta edición el lema es “Conectividad desatada” y resaltan temas estrella como la conectividad 5G, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, la Nube y las plataformas fintech.

El MWC 2022 busca recuperar la normalidad tras la suspensión de la edición 2020 y la celebración en 2021 de una atípica edición híbrida con escasos expositores y eventos presenciales y una fuerte apuesta por la virtualidad.

Mats Granryd, director general de la GSMA (organismo organizador del MWC 2022), ha destacado la relevancia del progresivo regreso a la normalidad que podría llegar con plenitud en la edición 2023. En la celebración del evento de este año se apuesta con firmeza por la presencialidad, a pesar de que la pandemia continúe siendo protagonista. Por ello sigue siendo obligado mantener una estrictas normas sanitarias y ha hecho que algunas firmas hayan confirmado que no estarán presentes aunque sí participarán de manera remota. Esta será la principal razón de que no puedan alcanzarse cifras de asistencia comparables a las de las ediciones previas .

Cifras a la mitad que en 2019

Aun así se mantiene una previsión de que acudan entre 40.000 y 60.000 asistentes, lo que tendrá un impacto económico para Barcelona de unos 240 millones de euros, creándose 6.700 empleos temporales, cifras que se quedan en la mitad de las marcadas en 2019, última edición con normalidad prepandémica. Aquel año acudieron más de 100.000 asistentes que generaron un impacto económico de 500 millones de euros.

Con 1.500 expositores, el recinto de la Fira de Barcelona que acoge el MWC 2022 contará con más de 1.000 ponentes de los cuales el 95 % intervendrán de manera presencial

Como en la edición híbrida de 2021, se ha implantado un estricto protocolo sanitario, siendo obligatorio mostrar pasaporte COVID, certificado de haber pasado la enfermedad o test negativo, siendo obligatoria la utilización de mascarillas FFP2. También se han establecido medidas específicas de ventilación y limpieza así como de monitorización de la ocupación del recinto.