La refabricación como alternativa a una industria tecnológica contaminante

Esta medida propone “recuperar, desmontar, reparar, sustituir y limpiar componentes para volverlos a vender con la misma calidad, rendimiento y especificaciones que un producto nuevo”.

Reciclar, reutilizar, reacondicionar… son diferentes las medidas que compañías y usuarios están implementando para reducir su huella medioambiental. Esto dispara también la refabricación, que tiene sus particularidades y quiere abrirse paso como opción sostenible.

La refabricación consiste en darle una vida nueva a equipos como los dispositivos informáticos, contribuyendo a la economía circular.

“Es muy importante concienciar a las empresas y consumidores sobre la diferencia de adquirir un producto refabricado frente a uno reacondicionado, ya que se trata de procesos completamente diferentes”, comenta al respecto María Jesús Arroyo, Product Manager de Canon España.

En la refabricación se reutilizan algunos de los materiales originales. Esto “contribuye a reducir los residuos y la cantidad de CO2 generados en el proceso de abastecimiento de materias primas, producción y transporte de un nuevo dispositivo”, explica Arroyo.

El resultado final son “productos más sostenibles con el medioambiente”. Canon calcula que hasta un 60 % de la huella de carbono se concentra en la parte del abastecimiento de materias primas y las primeras fases de fabricación. Al refabricar esto cambia.

Además, mientras reacondicionar implica llevar cabo una limpieza exhaustiva y una reconstrucción del producto, la refabricación supone “recuperar, desmontar, reparar, sustituir y limpiar componentes para volverlos a vender con la misma calidad, rendimiento y especificaciones que un producto nuevo”.

Otra de sus características sería, por tanto, la promesa de una fabricación estandarizada que combina piezas antiguas y nuevas, siguiendo las mismas especificaciones que el producto original, para lograr una propuesta rigurosa.

Todo esto deriva, según Canon, en “una economía circular real” que reduce costes y emisiones y que debería atraer a los consumidores más concienciados, dispuestos a pagar por productos respetuosos con la naturaleza.