En sus inicios la tecnología Ethernet fue utilizada para conectar varios ordenadores con una impresora, y funcionaba con el empleo de un cable especial, aunque no fue comercializada hasta 1980, siete años después de su creación.
Además, en 1985 consiguió otro hito importante al ser aprobado como un estándar oficial del prestigioso Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE).
La velocidad que aportaba la tecnología Ethernet es un aspecto que ha evolucionado de forma considerable con el paso de los años. En 1976 lograron alcanzar una velocidad de comunicación de datos de 2,96Mbps y actualmente en el mercado llegan hasta los 100Gbps.
Metcalfe logró gracias a Ethernet conectar más de 100 ordenadores con una impresora y entre ellos, y también con la red ARPAnet, que se considera la precursora de internet.
Los cables empleados en la tecnología Ethernet también han sufrido una importante evolución, ya que el modelo original era bastante más grueso que los actuales.
Por último, otro aspecto característico del cable Ethernet es la presencia del tradicional conector RJ45, que se puede enchufar en la conexión correspondiente que viene aparatos como ordenadores y módems.
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