La Unión Europea paga los platos rotos de Galileo

El consorcio privado formado por empresas como Thales, Alcatel, Hispasat y Deutsche Telekom tenía como fecha límite el 10 de mayo, aunque el plazo expiró sin que se haya podido crear un único cuerpo para hacer funcionar a Galileo.

Ahora, la Comisión Europea espera poner en marcha un nuevo plan que de al satélite un nuevo impulso, plan que debería ser hecho público el 16 de mayo. La Comisión considera que la única manera de solucionar el desastre es utilizar dinero público como garantía para los riesgos económicos que engendra el proyecto.

Originalmente, se pusieron sobre la mesa dos mil millones de euros para su primera fase: esto es, el lanzamiento de los satélites y la construcción de las estaciones. De este dinero, dos tercios venían del sector privado. Las promesas siguen flotando en el aire: Europa calcula que el sistema podría reportar unos beneficios de entre 300.000 y 400.000 millones de euros al año y 150.000 puestos de trabajo.

Pero hasta que esto ocurra, el portavoz de la Comisión Europea, Michele Cercone, cree que lo más favorable para los contribuyentes será que todos colaboremos en la construcción de este flamante satélite europeo.

Mientras tanto, los días pasan y la competencia va ganando terreno: rusos y chinos están trabajando ya en sus propios sistemas de navegación y Estados Unidos ha anunciado que para 2015 tendrá lista la versión mejorada su Global Positioning System, GPS, a quien Galileo pretendía condenar a la sombra de lo obsoleto.

vINQulos
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