Las Olimpiadas de Pekín comienzan con mal pie

Esto del “fallo informático” es una “socorrida” e incorrecta afirmación de los medios generalistas en casos semejantes. Realmente no hubo tal fallo. El error fue humano cuando los responsables de la venta de entradas programaron el sistema para atender solo un millón de peticiones por hora.

Solo en la primera hora se recibieron ocho millones de peticiones y el sistema se colapsó. También se suspendió la venta por teléfono ante las 3,8 millones de llamadas y la inconsistencia de las líneas telefónicas y su gestión.

Al final solo se repartieron 46.000 localidades. Con la lección aprendida se espera que el 5 de noviembre se puedan volver a poner a la venta.

Ya de paso se espera una solución –si la hay- para atajar la grave contaminación de la ciudad que asfixia el futuro de los juegos

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