Los científicos ponen en duda los efectos cancerígenos de los móviles

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) calificó ciertos campos de radiofrecuencia electromagnética como “posiblemente cancerígenos”, a pesar de reconocer que las pruebas realizadas no habían sido concluyentes.

Estas afirmaciones desataron la alarma entre los usuarios y también en esta floreciente industria, que no acepta que se lancen este tipo de avisos a la población sin tener pruebas definitivas.

La investigación de los efectos cancerígenos de las ondas de los teléfonos se ha tratado en varias ocasiones durante los últimos años y en ninguna se ha podido demostrar que exista una relación directa.

Una reciente investigación realizada por un comité de expertos de Gran Bretaña, Estados Unidos y Suecia concluye que no existe una “evidencia convincente” de que usar el móvil puede contribuir al desarrollo de tumores. Este estudio revela que no se han encontrado los mecanismos biológicos por los cuales las señales de radio de los teléfonos móviles podrían provocar cáncer.

“Aunque aún persiste cierta incertidumbre”, explican los expertos en su última investigación, “la tendencia es cada vez más contraria a la hipótesis de que el uso de teléfonos móviles puede causar tumores cerebrales”.

En este estudio se ha analizado el mayor informe realizado hasta la fecha sobre este asunto, una investigación publicada el año pasado en la que se observó a 13.000 usuarios de móviles durante 10 años. Los científicos creen que no hay una respuesta clara en este estudio y que existieron problemas de metodología en su realización.

 

vINQulos

Reuters