Los gigantes tecnológicos miran al cielo

Nos hemos pasado el mes de junio mirando a las estrellas. Sólo unos días después de que Google anunciara la adquisición del fabricantes de satélites Skybox Imaging, conocimos que Global Invacom iba a comenzar a cotizar en el mercado alternativo británico.

Skybox Imaging fue adquirida por su vecino de Mountain View por 500 millones de dólares. El fabricante de satélites anunció la compra en un comunicado en su web, en el que explicaba que ambas empresas “comparten algo más que un código postal”, refiriéndose al interés en la recogida de información “accesible y útil”.

Y hace apenas un par de semanas supimos que Global Invacom tenía previsto desembarcar en el parqué británico. La compañía ya tiene presencia en la bolsa de Singapur, donde está valorada en torno a 110 millones de dólares, según indica The Telegraph.

Su llegada al mercado secundario de Reino Unido (AIM, en sus siglas en inglés) le permitirá financiar sus planes de expansión, que pasan por la adquisición de grupos rivales, según The Financial Times. La compañía espera obtener 10 millons de dólares en su primera recaudación de fondos.

¿Qué buscan en los satélites?

Tony Taylor, director ejecutivo de Global Invacom, considera que la industria mundial de satélites tiene un valor de 55.000 millones de dólares. Además, cree que crecerá exponencialmente en el futuro gracias a la demanda de los mercados emergentes para la provisión de Internet.

El directivo resalta las inmensas oportunidades que la tecnología satelital ofrece a los operadores para proporcionar comunicaciones en regiones como Asia, África y América del Sur. “Los mercados emergentes se han dado cuenta de que el satélite es la forma más rápida de obtener información y permitir conexiones de internet, datos y telefonía”, explica.

Según Taylor, Google se ha percatado de las ventajas del satélite y por eso está apostando por esta tecnología. “Después de haber gastado 3.000 millones de dólares en poner la fibra en Estados Unidos y obtener cobertura de menos del 3%, Google se dio cuenta de que la instalación de satélites de órbita inferior es una manera mucho más rápida y eficaz de hacer negocios“.

Internet global

La tecnología satelital sienta como un guante al Proyecto Loon de Google. Cabe recordar que la compañía es uno de los más firmes defensores del denominado ‘internet global’. El uso de satélites es una de las formas contempladas para ofrecer conexión a internet en zonas remotas, a donde no llegan las infraestructuras convencionales.

Es una solución más realista y factible que otras opciones, como el uso de drones o globos aerostáticos. No obstante, la compañía fundada por Eric Schmidt y Sergey Brin también adquirió hace poco Titan Aerospace, fabricante de aviones no tripulados de energía solar.

El otro gran valedor de este internet global es Mark Zuckerberg. La iniciativa de Facebook se basa también en el uso de drones y satélites para dar conexión a los puntos más remotos del planeta. El planteamiento inicial contempla el empleo de la tecnología FSO (Free-Space Optical Communication), rayos láser infrarrojos capaces de transportar datos.  Cuenta con el apoyo de Nokia, Samsung y Qualcomm.

También apunta en esta dirección ‘Outernet’, que pretende materializar el sueño de un internet global gratuito. En sus comienzos, este proyecto contempla difundir contenidos a través de satélites convencionales. Pero el auténtico desarrollo de la iniciativa llegaría después, con el despliegue de una red de ‘CubeSats’, nanosatélites de apenas 10 centímetros cúbicos de bajo coste que pondrá en órbita gracias a la colaboración de la NASA. La señal transmitida se captará gratuitamente por receptores de satélite y hotspots satelitales que permitirán la conexión a cualquier dispositivo con WiFi.

Servicio de mapas

El uso de satélites no se limita sólo a la extensión de internet, sino que tiene otras aplicaciones muy interesantes. Por ejemplo, Google ha visto en los satélites la mejor manera de mejorar y profundizar sus servicios de mapas. Skybox es capaz de captar imágenes de alta resolución de cualquier punto del globo terráqueo. Actualmente, sólo tienen un satélite sobrevolando el planeta, el SkySat-1, puesto en órbita en noviembre de 2013 mediante un cohete de origen ruso, como recogía SatNews.

Sus planes de expansión son ambiciosos, ya que espera tener 24 satélites en 2018, como explicaba The Wall Street Journal. Y la innovación va a jugar un papel fundamental en la consecución de este objetivo. Por ejemplo, los satélites de Skybox cuestan 10 veces menos que los fabricados por su competidor DigitalGlobe, compañía con la que Google también ha tenido acuerdos anteriormente. Además, sus satélites pesan una décima parte, con lo que los costes de lanzamiento también se abaratan sustancialmente.

La adquisición de Skybox podría llegar a permitir un Google Maps actualizado dos o tres veces al día, casi en tiempo real. Hay que tener en cuenta que la mejora de sus mapas es fundamental para el desarrollo de uno de los proyectos en los que la empresa de Mountain View está depositando más esperanzas, sus vehículos sin conductor.  Los satélites ofrecerían una cartografía más fiable, pero también recopilar información acerca de las rutas más seguras o con menos tráfico.

Vigilancia planetaria

Otra de las grandes posibilidades de los satélites es la vigilancia a escala mundial. Los satélites de Skybox permiten realizar un seguimiento casi en tiempo real de un punto determinado del planeta, como se puede ver en GeoImage. Son capaces de capturar hasta minuto y medio de vídeo a 30 frames por segundo y enviarlas directamente a sus clientes, según explica la propia empresa.

Esto abre un sinfín de oportunidades en aplicaciones como la vigilancia de cultivos, auxilio en desastres humanitarios y catástrofes naturales, control de la seguridad en instalaciones fabriles o de producción de energía, optimizando de las operaciones en puertos…

Y también algunas herramientas de espionaje industrial. Por ejemplo, se puede obtener una estimación de las ventas de un hipermercado por la ocupación de sus aparcamientos. Y más directamente relacionado con el sector en el que se desenvuelve Google, la empresa podría disipar bastantes de sus dudas acerca del inicio de producción de los dispositivos Apple observando los movimientos de camiones en las factorías de Foxconn. Y este tipo de ‘inteligencia competitiva’ puede resultar fundamental en la toma decisiones estratégicas en un mundo tan competitivo como el actual.

David Ramos

Soy periodista freelance especializado en información económica, gestión empresarial y tecnología. Yo no elegí esta especialidad. Fue ella la que me escogió a mí.

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