Los datos fiscales de 25 millones de británicos se han extraviado

Un asunto está revolucionando la esfera pública del Reino Unido. HM Revenue and Customs (HMRC, algo así como Hacienda y Aduanas), encargada de recaudar los impuestos de las islas, ha extraviado dos CD’s con los datos de 25 millones de contribuyentes. Datos como el número de cuenta bancaria, documentos de identidad, domicilio, seguridad social… que nadie sabe dónde se encuentran.
El caso ya ha llegado al parlamento británico y, de momento, el responsable de Hacienda y Aduanas, Paul Gray, ha dimitido, pese a que la oposición ya pide la cabeza del ministro de Hacienda, Alistair Darling.
El material, que iba dirigido a la National Audit Office, fue aparentemente depositado en el buzón de correos por un empleado del departamento de Hacienda en Washington. Material compuesto por dos discos que, si bien estaban protegidos por un password, no estaban encriptados.
“La pérdida de números de cuenta, nombres y domicilios suponen una mina de oro para los ladrones y son mucho más preciados que las tarjetas de crédito”, afirma la vicepresidenta de Gartner Research, Avivah Litan a Vnunet.com.
“El precio de los números de cuentas bancarias pueden alcanzar un precio máximo en el mercado negro de entre 30 y 400 dólares, número significativamente más alto que lo que se paga por una tarjeta de crédito (50 céntimos-5 dólares)”, señala, para añadir que “si se pone en evidencia que todos esos datos han caído en manos de los criminales, los bancos británicos podrían verse obligados a cerrar 15 millones de cuentas y abrir otras en su lugar, con el coste que ello supone”.
“Ha llegado el momento de tomar medidas de seguridad más fuertes para proteger nuestros datos más confidenciales”, apunta el vicepresidente de la compañía de seguridad GuardianEdge. “No es suficiente con un mero password”.
Este suceso reabre de nuevo el debate en torno a la seguridad y el grado de protección de nuestros datos en manos del poder público y privado. Ante lo que los expertos en la materia aseguran que la mejor forma de asegurar la privacidad de nuestros datos es la conciencia social del problema, que servirá para centrar a las organizaciones a asegurar la confidencialidad de nuestra información.
“California introdujo una legislación hace un tiempo en la que se compromete a las empresas a informar a los usuarios de los casos en los que sus datos hayan estado comprometidos”, ejemplifica Richard Turner, de RSA.