Los profesionales de IT, ¿tan bien pagados como dicen?

Si bien existen ya unos 10.000 profesionales en el sector, la inflación en costes de mano de obra causa una caída en las actividades de negocios de entre un 5 y un 8 por ciento.
Cada año desciende el número de titulados en diplomas como Ingeniería de Telecomunicaciones o Informática y ya no existe una demanda de profesionales altamente cualificados por pate de las empresas. Compañías como Indra, Everis o Tecnocom comienzan a preocuparse ante la necesidad de contratar equipos jóvenes.
En el caso de Indra, este año se necesitarán 3.500 nuevos empleos y Everis y Tecnocom abrirán 1.200 y 750 nuevas plazas respectivamente, según informa la Asociación Española de Empresas de Consultoría (AEC). “El problema es muy serio y estructural”, señalaba José Manuel de Riva, presidente del Grupo Gestor y de la consultoría Aetic.
Así pues, ¿qué pasa con los jóvenes españoles al salir de las universidades? Cada vez hay menos españoles interesados en las ingenierías y con menos motivación por emprender proyectos de consultoría tecnológica. Las compañías se rifan a los titulados a las puertas de los centros y existe una cierta competencia en sectores como la banca o los seguros, que “por su propia necesidad están buscando profesionales en el mismo vivero”, añade De Riva.
Xavier Mitxelena, director de la compañía de seguridad S21sec, de Telvent, afirma que “en España no hay suficientes especialistas en tecnologías de seguridad como para crecer lo que internamente queremos”.
De hecho, el déficit de profesionales en España asciende a 25.000 personas al unirse los técnicos de cualificación media o baja, según Aetic. A Europa llega el 5 por ciento de los inmigrantes cualificados, y en 2006 creció un 0,7 por ciento la facturación por empleado, frente al 12,4 por ciento del gasto de personal.
La otra cara de la moneda
Los estudiantes de telecomunicaciones se quejan de la gran exigencia por parte de las universidades y la desmotivación general que sienten por hipotecar sus vidas en las aulas para obtener el diploma.


El nivel de las facultades que incluyen esta titulación es muy alto en la mayoría de las universidades españolas y los alumnos están cada vez menos interesados en pasar una media de 6 a 10 años de sus vidas estudiando una y otra vez los mismos contenidos imposibles de superar.
Las universidades responden
Desde los centros educativos españoles se continúa vendiendo a los alumnos la idea de una buena posición social al salir de las aulas.
La Universidad Carlos III de Madrid, por ejemplo, promete que el 98 por ciento de sus titulados de Ingeniería de Telecomunicaciones obtendrá un trabajo al obtener el diploma, según un estudio realizado en 2005 por su Servicio de Orientación y Planificación Profesional.
Es en titulaciones como Ingeniería de Telecomunicaciones o las carreras técnicas donde la universidad registra los mejores porcentajes en inserción laboral.
La Carlos III se atreve a dar una cifra de inserción del 100 por cien, dado que si bien el 97 por ciento trabaja, el 3 restante ya lo ha hecho aunque se encuentre inactivo en el momento en que se realiza el estudio.
Otro ejemplo sería el de la universidad Alfonso X El Sabio de la capital, que afirma en su web que el perfil que se obtiene tras cursar su oferta de estudios “otorga una elevada cualificación técnica, iniciativa personal, adaptabilidad a los continuos cambios” etc. que permitiría las mejores condiciones profesionales.
El Instituto de la Ingeniería de España confirma que el perfil que más se repite en los altos ejecutivos de las tecnológicas sería una persona “con estudios universitarios en un centro público y un posgrado en administración de empresas en una escuela de negocios privada.”
Visión sindicatos
El representante de la Agrupación TIC de CC.OO, Jesús Cabañas explica en una entrevista a Silicon News, que si bien antes el profesional TIC disfrutaba de buenas condiciones en su puesto de trabajo, ahora comienza una “precariedad laboral” incipiente en este sector.


Las empresas tecnológicas, que ya cuentan con un personal formado desde los 90 en el seno de la compañía, buscan ahora una plantilla de grado bajo-medio, sobretodo estudiantes de las especialidades técnicas de Formación Profesional.
Comisiones Obreras coincide por tanto con las universidades en que la mayoría de los estudiantes obtienen un empleo al finalizar sus estudios, pero subraya las condiciones de trabajo en que se encuentran estos profesionales.
A los empresarios no les interesa invertir en el desarrollo del empleado y su trayectoria profesional, sino que “prefieren pagarle lo mínimo para que no se vaya a otra compañía y cuando lo hace, lo sustituyen por otro”.
Sin una proyección en el puesto de trabajo, horas extras, pero sin pagar, sin aumento y sin motivación. Ésta es la situación actual de los recién titulados y ningún dato invita a esperar una mejora.
Francisco Javier Urdiales, representante de la Agrupación TIC del sindicato opina que el contexto actual es “desincentivador”, ya que no se promociona a los profesionales. “Ha existido una seria precarización del sector de tal manera que cuanto más cualificado estés mejor, aunque esto no te da una garantía automática”.
¿Explotación, por tanto? “Yo creo que sí”, manifiesta Cabañas desde la sede de Comisones Obreras, aunque las empresas no compartan su visión.