Más allá de la seguridad: La privacidad es básica para el nuevo mundo digital

6 de cada 10 personas consultadas por Cisco se muestran preocupadas por la privacidad de las herramientas de colaboración remota.

La seguridad es una preocupación compartida por la mayoría de las organizaciones en tiempos de coronavirus y teletrabajo. Mientras, los trabajadores esperan que se vele por su privacidad.

Y es que tanto seguridad como privacidad son dos aspectos que deben guiar la planificación de los nuevos entornos de trabajo, tal y como se desprende de los informes de Cisco Future of Secure Remote Work y Consumer Privacy Survey.

El primero de ellos revela que 6 de cada 10 organizaciones han tenido a más de la mitad de su plantilla teletrabajando durante los meses de confinamiento. Más de un tercio (37 %) espera seguir así.

El caso es que la mayoría no estaba preparada para habilitar el trabajo de forma segura desde cualquier lugar. Un 61 % sufrió un incremento de ciberataques de más del 25 % desde el inicio de la crisis sanitaria. Y prácticamente todas (96 %) han tenido que adaptar sus políticas de ciberseguridad. En estos momentos, el 85 % considera que la seguridad cibernética es extremadamente importante o al menos más importante que antes de la pandemia.

La protección de terminales, desde los ordenadores portátiles proporcionados por la empresa hasta los dispositivos móviles personales, es el principal desafío al que se enfrentan. Un acceso seguro será vital para mantener la actividad con tranquilidad.

Por su parte, 6 de cada 10 personas consultadas por Cisco, ya a nivel de trabajadores y consumidores, muestran su preocupación por la privacidad de las herramientas de colaboración remota. Son escépticas sobre los esfuerzos realizados por las empresas para mantener sus datos a salvo.

El 48 % siente que no puede proteger sus datos con eficacia, sobre todo porque no son capaces de averiguar qué hacen con ellos las compañías.

Y, aunque el 57 % se muestra favorable a compartir datos de salud con la empresa para posibilitar un entorno de trabajo seguro, menos de la mitad permitiría una monitorización. Además, solamente el 37 % admitiría que se publicase información sobre personas infectadas.

“La privacidad”, cuenta Harvey Jang, vicepresidente y director de Privacidad en Cisco, “es mucho más que una simple obligación de cumplimiento. Constituye un derecho humano fundamental y un imperativo empresarial para construir y mantener la confianza de los clientes. Los principios éticos de transparencia, justicia y responsabilidad nos guiarán en este nuevo mundo digital”.