Mercado smartphone: ¿Queda algo de tarta por repartir?

Muchas son las compañías que quieren destronar a Samsung y Apple, hasta la fecha dominadoras absolutas del segmento móvil de última generación. ¿Lo conseguirán?

Research In Motion no está tan desahuciada como parecía. La compañía canadiense ha revisado su hoja de ruta por enésima vez y ha “adelantado” el lanzamiento de su plataforma BlackBerry 10 para el 30 de enero. Esto aún supone esperar hasta el próximo año para verle la cara al primer smartphone BlackBerry de próxima generación, que cambiará la vestidura QWERTY por un teclado integrado en la pantalla capaz de adaptarse a la forma de escribir de cada usuario, pero también implica romper con el pesimismo de los analistas, que esperaban que los retrasos se repitiesen por lo menos hasta marzo. Y eso no es todo, RIM ya ha conseguido para su software la certificación de seguridad FIPS 140-2, cuenta con una red de medio centenar de operadores probando el ecosistema a nivel mundial y ha actualizado por fin BlackBerry Messenger con llamadas de voz gratuitas.

Tras clausurar un año 2011 desastroso, marcado por las caídas de su servicio de datos y los cambios de directiva, y después de superar una primer semestre de 2012 sin novedades en su cartera de productos, los de Thorsten Heins se han abonado a las buenas noticias, superando incluso las expectativas de Wall Street con los resultados de su último trimestre fiscal. Pero, ¿será capaz de recuperar la cuota de mercado que ha perdido durante los últimos ejercicios? Y, sobre todo, ¿queda algo de tarta por repartir?

Si analizamos el segmento de los smartphones por sistemas operativos o, si nos fiamos de las investigaciones de consultoras como Gartner e IDC, es evidente que Android no sólo es la plataforma móvil líder con más de un 70% de cuota (y un 90% en China), sino que su distancia respecto al resto de contendientes no deja de aumentar. De hecho, hace tan sólo un año contaba con una participación que rondaba la mitad del parque móvil, lo que demuestra una progresión espectacular para su primer lustro de vida a costa de la competencia. Por ejemplo, su más inmediata perseguidora, iOS, no alcanza el 15% y las ventas de dispositivos Apple se han visto afectadas por los rumores previos al lanzamiento de iPhone 5, Nuevo iPad y iPad Mini. Y el futuro del resto pinta peor: batacazo de una maltratada Symbian, que pasa del segundo al quinto puesto en sólo un año y presencia casi inexistente de BlackBerry, Bada y Windows Phone, todas ellas por debajo de los cinco puntos porcentuales.

Cambiando la perspectiva, de sistemas a fabricantes, el panorama es más crítico. Durante el último trimestre tan sólo cuatro compañías se salvaron de la quema y obtuvieron ganancias, según Asymco. ¿Sus nombres? Apple, por supuesto, que acapara prácticamente el 60% de las ganancias mundiales procedentes de teléfonos móviles entre julio y septiembre; su archi-enemiga Samsung, que domina otro nada despreciable 39%; y las también asiáticas HTC y LG que se tienen que conformar con aparecer en la lista con porcentajes del 1% y del 0,01%, respectivamente. Ninguna otra división de telefonía es beneficiosa.

Un mar de pérdidas

Las pérdidas ahogan a una Motorola Mobility atrapada en las redes de Google, que sigue prefiriendo a terceros para construir sus terminales Nexus. El último trimestre se ha dejado 527 millones de dólares y el tiempo parece confirmar que el gigante de Mountan View sólo adquirió al fabricante americano para blindar Android con un escudo de más de 17.000 patentes. El hardware le da igual. La unidad de comunicaciones y productos móviles de Sony, por su parte, se ha pulido 29 millones de dólares. Asimismo la otrora reina finlandesa, Nokia, se ha sumido en un pozo negro financiero en el que destacan los 754 millones de dólares perdidos en el Q3. Durante ese periodo, además, ha vendido 2,9 millones de smartphones Lumia frente a los 4 millones del cuarto anterior y los 2 millones de principios de año, prácticamente el mismo número de unidades Android que Google activa en sólo 3 días. Esto supone vender menos unidades que rivales como LG, ZTE, Huawei… e incluso Lenovo, cuya penetración es prácticamente inexistente fuera del panorama asiático.

Y es que la asociación con Microsoft y su Windows Phone no acaba de cuajar, por mucho que la plataforma sea promocionada como la salvación de ambas compañías en el sector smartphone y, más aún, como firme candidata a tomar la tercera posición del ranking mundial. Hace cuestión de semanas se actualizaba en forma de Windows Phone 8 con notables opciones de personalización y novedades como su “Kid’s Corner”, una zona segura para niños, “Rooms”, grupos de conversación privados o “Data Sense”, un controlador del límite de datos. Y con un arsenal de relucientes modelos encabezados por Lumia 810, Lumia 820, Lumia 822, Lumia 920, HTC Windows Phone 8X y ATIV S. Pero la pregunta vuelve a ser la misma que para BlackBerry: ¿hay realmente sitio para más plataformas? Si Nokia no remonta y HTC apenas es rentable, ¿qué futuro espera a los esfuerzos móviles de Microsoft? ¿Es éste un reto que debería asumir? Ya hay quien rumorea que los chicos de Redmond preparan un Surface Phone, ¿se trata de una decisión acertada?

Por si la situación no fuese lo suficientemente complicada con el reparto de fuerzas entre los sistemas tradicionales, existe un grupo de aventureros que también quieren probar suerte en el mercado smartphone. La Fundación Mozilla está muy implicada en el proyecto del sistema basado en HTML5 y demás estándares web Firefox OS, Canonical ansía establecer un ecosistema comercial alrededor de Ubuntu Phone OS, Intel y Samsung han apadrinado la fusión de Bada y MeeGo en el remozado Tizen y varios ex-ingenieros de Nokia se han reunido en torno a Jolla Mobile para revivir al propio MeeGo como sistema independiente. Puede que reviva pero, ¿será (serán) capaces de sobrevivir en un mercado tan saturado? “Siempre hay espacio para la evolución, la revolución y la competencia”, contestaba convencida la portavoz de Jolla, Caroline Kempf, a Silicon News este verano.

El problema es que muchos lo han intentado antes y no han dado muestras de éxito, al menos no en la moderna dinámica de las pantallas táctiles, las conexiones a Internet, los teléfonos inteligentes y las batallas de propiedad intelectual. Si unos pocos canibalizan el espacio operativo y los menos consiguen hacer dinero con la comercialización de smartphones, ¿es sostenible el modelo actual? ¿Que ocurrirá con firmas como RIM, Motorola o Sony? ¿Enfocarán sus esfuerzos hacia otros mercados o serán engullidas entre tanta competencia? Y la conexión Microsoft-Nokia, ¿será capaz de madurar de una vez su frutos? Al hablar de tendencias de futuro, los informes de los expertos suelen coincidir en ciertas salidas con potencial: producir para los clientes asiáticos y apostar por los smartphones low-cost. Son dos opciones que podrían funcionar. Vosotros, ¿qué opináis?