En lugar de basarse en un sistema óptico, MYO busca algo mucho más básico y esencial, aunque también más complicado de registrar. Se trata de los impulsos eléctricos que gobiernan los músculos, permitiendo con ello reconocer con gran claridad cualquier tipo de gesto independientemente del entorno y las condiciones de luz.
Además el sistema no requieren tanto procesado ni un gran consumo de energía, ya que se basa en unos electrodos en un brazalete colocado por debajo del codo. De esta forma el consumo viene a ser prácticamente el del controlador que maneja las señales recibidas, en lugar de una cámara o algo más activo.
Este sistema permite reconocer no sólo los movimientos relativos del brazo, sino también el de los dedos, como podéis ver en el vídeo.
El sistema resulta más caro que un Leap Motion, cuesta 149 dólares, y no es tan versátil, aunque resulta mucho más portátil al poder llevarlo simplemente en tu brazo en cualquier lugar. Lo cierto es que tiene muy buena pinta y está previsto que lo saquen al mercado a finales del 2013. ¿Qué os parece?
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